Dos candidatos ajenos al bipartidismo tradicional y totalmente antagónicos en el tema de matrimonio entre las parejas del mismo sexo, se enfrentarán en una segunda ronda por la Presidencia de Costa Rica, el próximo 1°. de abril.
Fabricio Alvarado, del evangélico Restauración Nacional y Carlos Alvarado, del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) obtuvieron la mayor cantidad de votos en las elecciones de este domingo, según el último corte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) con el 86,6% de las mesas escrutas a las 11:03 p. m.
Fabricio Alvarado quedó primero con el 24,78% de los sufragios válidos emitidos, mientras Carlos Alvarado fue segundo con el 21,74% de los votos.
El evangélico celebró su pase a la segunda ronda con cánticos cristianos. “Sobre la tierra tu reinarás, al anciano de días cantad”, se escuchaba en el parqueo del hotel San José Palacio, sitio escogido por Restauración Nacional para celebrar el primer lugar en las elecciones nacionales.
El aspirante oficialista optó por el jingle oficial de su campaña titulado “Yo creo en vos”.
En el tercer lugar quedó Antonio Álvarez Desanti, de Liberación Nacional (PLN) con el 18,67% de los sufragios y de cuarto lugar Rodolfo Piza, la Unidad Social Cristiana (PUSC) con el 16,07%. Mientras Juan Diego Castro, de Integración Nacional (PIN), de desplomó al quinto lugar, con el 9,48%.
A falta de que contabilicen 888 juntas receptoras de votos, se registraron un 1.900.736 votos para un nivel de abstencionismo del 33,8%, el más alto de los últimos tres procesos electorales.
Los resultados finales del escrutinio provisional los darán a conocer el TSE este lunes a las 12 m..
Al conocerse vencedor y tras los discursos de derrota de sus contrincantes, Fabricio Alvarado dijo que el mensaje de este triunfo es que “nunca más se metan con la familia” y que “no hay nada más progresista que defender la vida”.
Carlos Alvarado por su parte, pronunció un mensaje de unidad: “Llenémonos hoy de optimismo, de esperanza, de amor por el país, llenémonos también de respeto, de entendimientos, seamos instrumentos de construcción democrática. Seamos positivos, tendamos la mano, eso es lo que pide hoy Costa Rica. Construyamos puentes, porque les digo, tenemos retos económicos inmediatos que atender, solo juntos los lograremos atender, pero logrando eso, construiremos el piso firme de una economía solida”.
Opinión de la Corte IDH dividió al país
El sustituto de Luis Guillermo Solís Rivera saldrá de dos posturas totalmente distintas y que polarizan el país en dos, en torno a la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que ordenó a Costa Rica a legalizar el matrimonio gay en el país.
Por un lado, Fabricio Alvarado logró capturar un gran número de votantes que se oponen a esa opinión consultiva.
El candidato evangélico reprueba esa resolución bajo el alegato de que atenta contra el concepto de familia tradicional, según la creó Dios, es decir, mamá, papá e hijos.
Incluso, dijo que si es necesario, sacaría a Costa Rica de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
“No hay nada que acatar. No es vinculante y si fuera vinculante, un gobierno de Restauración estaría dispuesto a salirse de la Corte porque no estamos dispuestos a una agenda LGBTI (lesbianas, gays, bixesuales, trasexuales y intersexo), pro aborto y una ideología de género. Hagamos que el 4 de febrero sea nuestro referendo sobre matrimonio hombre y mujer”, dijo Fabricio Alvarado el 10 de enero, en el debate que organizó la Iglesia católica.
Por el contrario, Carlos Alvarado es defensor a ultranza de las uniones de personas del mismo sexo. Él fue uno de los primeros en aplaudir la decisión de la Corte IDH.
Su apoyo es tal, que en la papeleta de candidatos a diputado por San José colocó en el cuatro lugar a una persona abiertamente gay, Enrique Sánchez, quien no llegaría al Congreso.
Los choquen entre los Alvarado no se limitan a ese tema. También difieren en la implementación de las guías sexuales en colegios y la ideología de género.
En esos dos temas, Fabricio está en contra y Carlos abiertamente a favor.
Lo que los une
Los únicos dos candidatos que siguen en la carrera por la Presidencia sí coinciden en algo, es en la profesión. Ambos estudiaron periodismo en la Universidad de Costa Rica (UCR), aunque solo el aspirante del PAC se graduó.
También concuerdan en que es necesario necesario aumentar los impuestos para enfrentar el grave déficit fiscal que afronta el país, pues este año llegaría a un 7,% del producto interno bruto (PIB) y en el 2019, a un 7,9%, según estimaciones del Banco Central.
En ese sentido, están de acuerdo en que el tributo de ventas debe ser transformado en un impuesto al valor agregado (IVA), con lo cual se gravarían servicios que hoy están exentos como los gimnasios y la abogacía.
También tienen posiciones similares en cuanto a que no están de acuerdo en tomar los pluses salariales de los funcionarios públicos.
El giro que dio esa opinión consultiva se comprueba con los números. Antes, los Alvarado no aparecían arriba en las encuestas, por el contrario, estaban dentro del margen de error.
En diciembre, Fabricio registraba un apoyo del 3% y antes ni aparecía, mientras Carlos reportaba un 5%, según un estudio de opinión del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR.
El 24 de enero, 15 días después de la opinión consultiva de la Corte, el CIEP reportó que el candidato de Restauración Nacional subió del último al primer lugar, con un 16,9% en la intención de voto y el aspirante del PAC brincó al tercero, con un 10,6%.
El día de la elección
El diputado obtuvo el 30% de sus votos en Limón, Puntarenas y Guanacaste, en donde alcanzó rangos superiores al 42%, 35% y 25%, respectivamente. En ninguna otra provincia, recibió porcentajes tan alto.
El exministro de Trabajo, en cambio, solo obtuvo el 12% de sus votos en las costas. En Limón, por ejemplo, solo convenció a uno de cada diez electores.
El candidato de gobierno, sí fue fuerte en la zona metropolitana. Al cierre de esta edición, ganaba San José, Cartago y Heredia.
Fabricio Alvarado, a su vez, ganó Alajuela pero no con un margen tan amplio como lo hizo en las provincias costeras.
Carlos Alvarado obtuvo más del 87% de sus votos en las provincias que albergan la gran área metropolitana (GAM). Su contrincante recibió, por el contrario el 70%.
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