El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, dijo hoy que “no hay comparación” entre el proceso electoral del 26 de noviembre en Honduras y los comicios que planea celebrar Venezuela antes de mayo.
Tillerson respondió así a una pregunta de un estudiante de la Universidad de Texas en Austin sobre por qué Estados Unidos apoyó a Juan Orlando Hernández como presidente electo de Honduras pese a que los técnicos de la Organización de Estados Americanos (OEA) no lo reconocieron como vencedor, mientras critica con dureza un proceso que aún no ha ocurrido en Venezuela.
“Nuestra posición es la misma en todos los países, miramos a otras organizaciones que hicieron su evaluación de las elecciones y dijeron que fueron legítimas, la OEA llegó a una conclusión diferente, cambiaron su posición, eso debe preguntárselo a ellos”, argumentó, sin mencionar qué entidades avalaron los comicios.
Además, los técnicos de la OEA mantuvieron que hubo “graves irregularidades” que impedían declarar un vencedor en todo momento.
“No hay comparación entre el proceso de Honduras y el de Venezuela”, subrayó no obstante Tillerson, en la sesión de preguntas tras pronunciar un discurso de interés latinoamericano antes de emprender su primera gira a la región, que le llevará a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica entre hoy y el 7 de febrero.
Estados Unidos reconoció en diciembre a Hernández pese a que la misión de observación de la OEA, la más amplia y de referencia, había emitido un duro informe que mencionaba “irregularidades, errores y problemas sistémicos antes, durante y después” de los comicios, lo que unido al “estrecho margen de los resultados”, dijo, impedía “tener certeza” sobre el ganador.
DOBLE RASERO (TABLA)
La rotundidad de ese informe hizo que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidiera la repetición de las elecciones, un llamado que ignoraron países poderosos de la región como Estados Unidos, México y Colombia.
Los expertos consultados por Efe destacan la posición en esta crisis de EE.UU., que “reconoció la victoria de Hernández prematuramente cuando había aún serios interrogantes sobre el proceso y los resultados formales”, apuntó Eric L. Olson, subdirector del programa Latinoamericano del Wilson Center.
Para el director en América de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, hay “un doble rasero” del Gobierno Trump en el caso hondureño: “Se trata de un aliado y por eso tiene carta blanca para ir adelante hasta con un virtual fraude electoral”, dijo.
“El Gobierno ha dado declaraciones sumamente fuertes en el caso de Venezuela pero cuando se trata de un país amigo como Honduras, mira hacia otro lado”, destacó Adriana Beltrán, experta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Fuente: EFE
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