Analistas políticos nicaragüenses afirman que el gobierno de Daniel Ortega Saavedra cesó o separó de sus funciones como embajador de Nicaragua en Costa Rica a Harold Rivas Reyes y no de una destitución.
En estas aclaraciones coincidieron el politólogo, José Antonio Peraza Collado y el doctor Carlos Tunnerman Bernheim.
El primero indicó que la cesación de Harold Rivas Reyes por parte del régimen orteguista es una señal o un gesto tímido del gobierno de Ortega para entrarle de lleno a las reformas electorales profundas que demanda la sociedad civil nicaragüense y la comunidad internacional.
Para el doctor Tunnerman, la acción del gobierno de Daniel Ortega al separar de su cargo a Harold Rivas Reyes, se puede interpretar como una medida preventiva ante los señalamientos periodísticos costarricenses que como embajador en Costa Rica, el hermano de Roberto Rivas Reyes, utilizó su investidura diplomática para introducir vehículos de uso personal para los hijos del magistrado-presidente del Consejo Supremo Electoral y de la familia Ortega-Murillo.
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