La Policía Federal brasileña comenzó a prepararse para el momento en que tenga que cumplir con la orden de arresto contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El miércoles, la Justicia confirmó la condena por corrupción y aumentó la pena a 12 años y un mes de prisión.
De acuerdo a lo que publica el periódico brasileño Estadão, en las altas esferas de la Policía hay preocupación sobre cómo proceder. Piensan que si es conducido por la fuerza (si lo van a buscar a su domicilio) va a tener una mayor repercusión que si se pacta una entrega “consensuada”.
Una idea es convencer a los abogados de Lula para que el ex jefe de Estado se presente directamente -por sus propios medios- en el lugar donde cumpliría la pena.
Si no hay acuerdo con la defensa, como el ex mandatario no tiene derecho a la prisión especial, la policía pedirá al juez que especifique no sólo el lugar, sino a quién debe entregárselo.
A partir del momento en que el juez determine el cumplimiento de la pena, la Policía ya estará autorizada a recogerlo.
Fuente: Infobae
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