La cancelación de la concesión del proyecto hidroeléctrico Tumarín a la empresa Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua no es nada nuevo según afirmó el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri.
“Básicamente lo que se está dando la oficialización de algo que ya tenía rato (de conocerse)”, declaró Aguerri.
El líder empresarial dijo que “ahora lo que corresponde es que efectivamente se busquen nuevos inversionistas tal vez no necesariamente haciendo un solo proyecto. Se podría buscar inversionistas que hagan diferentes partes de ese proyecto”, propuso.
José Adán señaló que hay negociaciones que serán anunciadas “en su debido momento” para nuevas inversiones en la generación de energía.
El Ejecutivo tiene que explicar
Por su parte en la Asamblea Nacional la presidenta de la Comisión de Infraestrucctura, Jenny Martínez coincidió con José Adán Aguerri. “Esa información no es de ahorita, es de hace rato”, declaró a periodistas.
Añadió que en cuanto al proceso correspondiente de cancelación del proyecto hidroeléctrico Tumarín, es el Ejecutivo quien “tiene que explicar bien” y “dar información”.
Sobre esta misma línea el diputado aliado al orteguismo en la Asamblea Nacional, Wilfredo Navarro aseguró a medios de comunicación que “el proyecto se mantiene”, lo que se está buscando “es la inversión y en eso se está trabajando”
Sobre Tumarín
El proyecto Tumarín es uno de los proyectos más ambiciosos de generación de energía del caudillo sandinista Daniel Ortega. La concesión había sido entregada a Centrales hidroeléctricas de Nicaragua, de inversión brasileña.
La culminación del proyecto hidroeléctrico estaba prevista para el 2019 según declaró el embajador de Brasil, Felipe Mendonça en abril del 2015.
Tumarín es un proyecto de 1.100 millones de dólares que tendría una capacidad instalada de 253 megavatios, que equivalen al 50% del consumo energético actual de Nicaragua, por lo que su entrada en funcionamiento —se suponía—modificaría la matriz energética del país.
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