La OPEP está vigilando de cerca la reciente inestabilidad en Irán y la crisis económica en Venezuela, pero el grupo sólo impulsará su producción si hay interrupciones significativas y sostenidas en el suministro de esos países, dijo una fuente de alto rango del grupo.
Los problemas económicos de Venezuela han golpeado la producción de crudo del país, que se encuentra cerca de mínimos de 30 años, pero el bombeo de Irán no ha sido afectado por una ola de protestas en contra del Gobierno.
Operadores dijeron que las tensiones políticas en Irán, el tercer productor más grande de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, presionaron los precios al alza.
El crudo Brent, barril de referencia internacional, operaba a unos 67,74 dólares el lunes, tras tocar los 68,27 dólares la semana pasada, su máximo desde mayo de 2015.
Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP, quiere que los precios se sitúen por encima de los 60 dólares por barril, para impulsar la valoración de la compañía petrolera estatal Aramco antes de la oferta pública inicial (OPI) que lanzará este año y para reducir la brecha en su presupuesto estatal, indicaron fuentes del reino.
“Incluso si hubiera una interrupción de suministro (en Irán o Venezuela) … la OPEP no subirá la producción”, indicó la fuente de alto rango, procedente de un destacado país productor petrolero de Oriente Medio.
“La política de la OPEP pretende reducir los inventarios a sus niveles normales y mantener el curso, a no ser que persistiera durante más de un mes una interrupción de suministro de algo así como un millón de barriles por día, provocando escasez para los consumidores”, agregó.
El deteriorado sector energético venezolano está lidiando con las sanciones impuestas por Estados Unidos y una falta de capital que complican sus operaciones, al tiempo que su crisis económica amenaza con dañar aún más al país miembro de la OPEP.
Fuente: Reuters
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