Las autoridades de Canadá se han declarado en “alerta máxima” mientras intensifican la vigilancia a lo largo de la frontera con Estados Unidos, previendo un posible aumento en la migración irregular.
Este movimiento se da después de la victoria electoral de Donald Trump, quien ha prometido implementar duras políticas migratorias que podrían generar una nueva oleada de personas buscando refugio en Canadá.
Durante la campaña presidencial, Trump se comprometió a llevar a cabo una de las mayores operaciones de deportación masiva de la historia.
El sargento Charles Poirier, portavoz de la Real Policía Montada de Canadá, comentó que las autoridades del país se mantiene en “alerta máxima” ante la eventual llegada de migrantes a sus fronteras.
Estamos en alerta máxima. Todos nuestros ojos están mirando a la frontera para ver qué va a pasar (…), porque sabemos que la postura de Trump sobre la inmigración podría impulsar la migración ilegal e irregular a Canadá”.
La vice primera ministra canadiense, Chrystia Freeland, expresó que el país está preparado para un posible aumento en el flujo migratorio.
“Tenemos un plan”, afirmó en una conferencia de prensa, sin proporcionar detalles adicionales. “Los canadienses tienen que saber que nuestras fronteras son seguras y las controlamos”.
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