Cadena perpetua al asesino de expareja en hospital militar de Managua

Cadena perpetua al hombre que asesinó a su expareja en el hospital militar en Managua, se informó oficialmente.

El hombre de nombre Geovanny Alexander Fonseca Mendieta, recibió la condena de parte de la judicial quinto de Distrito Especializado de Violencia de la capital, Henriette Casco Batres.

Puede interesarle: Arrestan en Honduras a nicaragüense por comercio ilegal de medicamentos

Erika Judith Martínez q.e.p.d.

El sujeto cometió el femicidio en la capilla del Hospital Militar en perjuicio de su expareja Erika Judith Martínez de 34 años de edad.

Fonseca Mendieta, admitió los hechos el pasado 10 de octubre, poniendo así fin al proceso, evitando enfrentar un juicio, conociéndose la sentencia a cumplir en prisión.

Invitamos a leer: Una exdemócrata se une al Partido Republicano y anuncia su apoyo indiscutible a Trump

 Cabe señalar que la víctima mortal era madre de un adolescente de 17 años y un niño de 9 años, y según el expediente acusatorio desde el mes de febrero del año pasado comenzó a tener relación sentimental con el condenado, quien se desempeñaba como vigilante.

La joven madre laboraba en el Hospital Militar, hasta donde llego el hombre el pasado 21 de agosto, a vigilarla y esperó que terminara su jornada de trabajo como a las 5 de la tarde, la interceptó y la llevó a la fuerza a la capilla del centro asistencial, para proponerle que regresara con él, pero ella no aceptó la propuesta, como lo había hecho en ocasiones anteriores, por lo que el individuo le propinó 31 cuchilladas en diferentes partes de su humanidad.

Geovanny Alexander Fonseca Mendieta

Después de asestarle la última estocada en la espalda, el criminal expresó a los miembros del ejército y vigilantes del local que se hicieron presentes al lugar del asesinato, “la maté” e inmediatamente comenzó a carcajearse.

Unos testigos indican que cuando se presentaron los efectivos de la entidad castrense y los cuidadores, para socorrer a la fémina, hallaron a la mujer en el piso boca arriba y al hechor sentado, sujetándola del cuello con un brazo y con la otra mano, dándole acuchilladas.

Sea el primero en comentar

Deje su comentario

Su correo no será publicado.


*