Virginia McCullough es una mujer británica de 36 años que residía con sus progenitores a las afueras de la ciudad de Chelmsford, la capital del condado inglés de Essex. Durante meses planeó el asesinato de sus progenitores y, tras llevar a cabo los crímenes, lo ocultó a familiares y amigos.
El medio ‘The Guardian’, señaló que la mujer envenenó a su padre, John McCullough, de 70 años, con medicamentos que, una vez triturados, añadió a bebidas alcohólicas, según declaró la fiscal Lisa Wilding al tribunal. Al día siguiente, acabó con la vida de su madre, Lois, de 71 años, a quien golpeó con un martillo y apuñaló hasta ocho veces en el pecho.
Después de matar a sus padres, en junio de 2019, McCullough pasó cuatro años viviendo con los cadáveres en la casa de sus padres. Antes de que se descubriera su macabro plan, gastó de manera fraudulenta casi 150.000 libras (unos 179.000 euros) utilizando las pensiones y las tarjetas de crédito de sus víctimas.
La acusada fue sentenciada ayer viernes 11 de octubre del 2024 a cadena perpetua y se le dijo que no será elegible para libertad condicional durante 36 años.
Antes de la sentencia la acusada se había declarado culpable del asesinato de sus padres en junio de 2019 en una audiencia anterior en el Tribunal de la Corona de Chelmsford, en el sureste de Inglaterra.
McCullough, de 36 años, admitió haber envenenado a su padre, John McCullough, de 70 años, con medicamentos recetados que trituró y puso en sus bebidas alcohólicas y que un día después golpeó a su madre, Lois McCullough, de 71 años, con un martillo y la apuñaló fatalmente.
“Sabía que esto llegaría tarde o temprano”, dijo mientras estaba esposada en un video grabado por la policía y publicado el viernes. “Es apropiado que cumpla mi castigo”.
En los años posteriores al asesinato hasta su arresto en 2023, McCullough acumuló grandes deudas en tarjetas de crédito a nombre de sus padres y siguió gastando sus pensiones, según revela la información.
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