Este sábado las fuerzas israelíes lanzaron un ataque en la ciudad occidental yemení de Hodeida, zona controlada por los rebeldes hutíes, aliados de Hamas e Irán. El ataque aéreo provocó un incendio masivo en un depósito de combustible de una zona portuaria.
Como suele suceder en estos casos, las imágenes del ataque se viralizaron en la red, mostrando como enormes llamas sobrepasaron la altura de las infraestructura en esa zona.
Tras el ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), confirmaron el ataque. “Hace poco tiempo, aviones de combate de las FDI atacaron objetivos militares del régimen terrorista hutí en la zona del puerto de Hodeida, en Yemen”, señalaron, y agregaron el ataque es una “respuesta los cientos de ataque perpetrados contra el Estado de Israel en los últimos meses”.
El Ministerio de Salud de Yemen reportó que varias personas murieron, aunque no precisó el número, sin embargo, señaló que más de 80 personas resultaron heridas.
Más tarde, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, declaró en sus redes sociales que el ataque era una respuesta al dron yemení que el viernes mató un ciudadano y dejó 10 personas heridas en Tel Aviv. Según el líder judío, se tomó la decisión de atacar el puerto “porque era utilizado con fines militares, como campo de pruebas para armas mortales suministradas por Irán, misma que eran utilizadas para atacar Israel”.
“Cualquiera que nos haga daño pagará un precio muy alto por su agresión”, dijo Netanyahu. Medios internacionales en informaron que el ataque fue lanzado por Israel en coordinación con Washington y la coalición internacional antihutí.
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