Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica y el más tempranero desde 1996, provocó al menos la muerte de trece personas tras su paso por la región de Houston, Texas, en el suroeste de Estados Unidos.
El número de víctimas lo publicó el diario ‘The Houston Chronicle’ tras recopilar la información que se conoce hasta el momento. El medio agrega que las muertes podrían aumentar hasta que se conozca una cifra oficial de
En Texas, donde Beryl entró como un huracán categoría 1 la madrugada del lunes, provocando desastres, inundaciones, daños en el tendido eléctrico y casas destruidas.
Entre el lunes y el martes, más de 1.400 vuelos fueron cancelados en el Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston, por las malas condiciones climáticas del fenómeno. A pesar que Beryl ingresó como huracán categoría 1, no saliente afectó las zonas costeras del estado, sino que también dejó diversos daños en la ciudad de Houston.
Las víctimas que dejó en tierras estadounidenses se suman a las otras 10 que Beryl dejó la semana pasada durante su paso por el Caribe: tres en Granada, dos en San Vicente y las Granadinas, tres en Venezuela y dos en Jamaica.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) anunció que entregará 4,5 millones de dólares de ayuda humanitaria para San Vicente y las Granadinas, Jamaica y Granada.
Pobladores de las islas caribeñas calificaron el paso del huracán como el de un tornado que destruía todo a su paso, dejándolos sin hogar.
Hasta el pasado martes Beryl era ya un ciclón postropical, y avanzaba hacia el noreste, rumbo a Canadá, con vientos de 45 km/h, que aún podrían generar lluvias, inundaciones repentinas y tornados en zonas de Misisipi y Ohío, según un reporte del estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC).
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