El Salvador ha logrado 500 días sin registros de homicidios desde la implementación del régimen de excepción que instauró el gobierno del presidente Nayib Bukele.
La medida, que incluyó acciones para combatir a las pandillas, ha sido clave en la desarticulación de estas estructuras criminales y en la reducción de la violencia en el país.
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El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, comentó que por primera vez en la historia las autoridades se han adelantado a la criminalidad, logrando frenar el accionar delictivo de las pandillas en el país centroamericano.
Las autoridades también informaron que durante el régimen de excepción se han incautado armas de fuego, vehículos, celulares y drogas pertenecientes a los grupos criminales.
Igualmente detallaron que las medidas impulsadas por régimen de excepción, ha permitido a las autoridades policiales establecer patrullajes terrestres, marítimos y aéreos, controles vehiculares y presencia permanente de soldados y policías en zonas estratégicas a fin de contrarrestar el movimiento de los pandilleros.
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Los resultados han llevado a la captura de más de 80,000 personas vinculadas a pandillas y colaboradores, así como la desarticulación de otros grupos criminales. Países como Argentina y Ecuador expresaron abiertamente los pasos positivos de la medida en El Salvador y dejaron abierta la posibilidad de llevar el modelo Bukele a las naciones sudamericanas ante la ola de violencia que atraviesan.
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