Este viernes, Rusia llevó a cabo un nuevo bombardeo en Ucrania que resultó en la muerte de al menos ocho personas, incluidos dos niños, en la ciudad de Dnipro y en Synelnikov, situada a menos de 500 kilómetros de Kiev, Ucrania.
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Según el ministro ucraniano del Interior, Igor Klimenko, dos personas perdieron la vida en Dnipro, mientras que seis, incluidos dos niños de seis y ocho años, murieron en Synelnikov.
Además, al menos 25 personas resultaron heridas, según informó el gobernador de la región de Dnipro, ubicada en el centro-este del país.
En total, Rusia lanzó 22 misiles y 14 drones explosivos durante la madrugada del viernes contra objetivos en Ucrania, según afirmó el Ejército del Aire ucraniano, que afirmó haber derribado 29 de esos proyectiles.
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La embajadora de Estados Unidos en Kiev, Bridget Brink, condenó el ataque y enfatizó la importancia de la asistencia estadounidense a Ucrania en este momento crítico.
El presidente Volodimir Zelenski volvió a solicitar a sus aliados la entrega de sistemas de defensa aérea para que las ciudades ucranianas puedan protegerse del «terror» de Moscú.
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