Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, pide al Ejército de Nicaragua, esclarecer crímenes en el Municipio La Cruz de Río Grande.
“Es algo indignante y doloroso la muerte de seis nicaragüenses en La Cruz de Río Grande. El Ejército de Nicaragua debe esclarecer totalmente este hecho sangriento”, publicó el prelado católico en su cuenta personal de Facebook.
Monseñor Báez hace las siguientes reflexiones a manera de preguntas que solo el Ejército debe responder: ¿Por qué les dispararon? ¿Cómo se explica que entre los muertos haya dos niños? ¿Por qué los enterraron en una fosa común?
El prelado católico se lamentó profundamente expresando los siguientes enunciados: “Es un hecho gravísimo. ¡La vida de los seres humanos es sagrada!
Lea Valle Aguirre, viuda de Francisco Pérez Dávila, conocido como El Charrito, muerto en el lugar y madre de dos niños que también fueron asesinados por el Ejército el pasado domingo doce de noviembre en la comunidad de San Pablo 22, Municipio de La Cruz de Río Grande, Región Autónoma del Caribe Sur, denunció que su familia ha sufrido persecución en los últimos tres años de parte de los militares para obligarlos a decir dónde estaban los rearmados. Sus hijos asesinados son Francisco Pérez Valle, de doce años y Yojeisel Elizabeth Pérez Valle, de 16 años.
Un análisis jurídico de la actuación del Ejército de Nicaragua en torno a la masacre en la comunidad San Pablo 22, del municipio de La Cruz de Río Grande, donde murieron seis personas incluyendo un niño de doce años y una adolescente de 16, indica que la institución armada habría aplastado derechos internacionales de la niñez y otros instrumentos jurídicos de derechos humanos suscritos por Nicaragua.
Este cura es SOMOCISTA