Durante un homenaje a Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista, el presidente Daniel Ortega enfiló sus cañones contra el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, a quien tildó de bravucón. El sacerdote dijo que había decidido no votar en las elecciones municipales celebradas el domingo, por considerar, dijo, que el sistema electoral de Nicaragua “está viciado”, que tiene una “historia de fraudes documentados” y con unas autoridades “que no ofrecen confianza al pueblo”.
Las palabras de Báez afectaron al mandatario nicaragüense, cuyo discurso oficial manipula la religión para atraer el favor de una ciudadanía profundamente religiosa. Ortega, quien se declara “cristiano, socialista y solidario”, dijo que Báez hablaba como los “bravucones y los radicales”. Alabó, en cambio, al cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, quien sí votó en las elecciones y dio su “bendición” a la candidata a ocupar la alcaldía de Managua por el Frente Sandinista, Reyna Rueda, en una muestra de las diferencias que hay en el seno de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
No es la primera vez que el obispo Báez, un intelectual, ataca el sistema electoral de Nicaragua. El año pasado, durante las elecciones presidenciales que perpetuaron a Ortega en el poder dijo en una entrevista con EL PAÍS que el principal problema de Nicaragua es que cuenta con “un sistema viciado de raíz, autoritario y antidemocrático”, en referencia directa al gobierno sandinista.
Báez es uno de los obispos más queridos y respetados en Nicaragua. Cuenta con la admiración incluso de intelectuales y activistas que se declaran ateos, precisamente por sus posiciones críticas contra el Gobierno de Ortega, cuyos desmanes ataca desde el púlpito y desde Twitter, red social donde es muy activo y en la que mezcla mensajes religiosos con sus críticas políticas. El cura tiene más de 11.000 seguidores en esa red social. “Ni actividad sin reflexión, ni ética sin bondad, ni política sin moral, ni intelectualismo sin sabiduría”, escribió Báez el miércoles.
El obispo dijo recientemente en una entrevista que sus críticas llegan después de una profunda reflexión y de un mandato del papa Francisco, con quien los obispos de Nicaragua se reunieron justo antes de las votaciones municipales. Báez dijo que Bergoglio los animó a “ofrecer su voz al pueblo”.
“Sean pastores –contó que les dijo el Papa–, díganles la verdad, y díganles la verdad con mucha claridad, es decir, esto que está ocurriendo es injusticia según el Evangelio, según la doctrina de la Iglesia, esto es corrupción”. Bergoglio también los alertó del “espionaje, la persecución y con el martirio” que los obispos podrían sufrir en un país con un régimen autoritario como Nicaragua.
Hasta ahora el presidente Ortega, quien no permite críticas y acosa a sus opositores, había intentado no meterse con los obispos, cuyos favores persigue, pero sus declaraciones del miércoles son una muestra de cómo el comandante reciente los comentarios de Báez, quien en sus mensajes hasta ha tildado de “fieras” del Apocalipsis a Ortega y su esposa, Rosario Murillo, una suerte de primera ministra con amplios poderes, quien maneja la propaganda oficial del gobierno sandinista.
“Hay textos –dijo Báez– en donde se invita a rezar por los gobernantes. Pero hay otros textos, sobre todo los últimos del Nuevo Testamento, cuando empezó la persecución, el Apocalipsis, cuando ya al poder se le identifica con una fiera, o dos fieras, la que ejerce el poder y la que habla en su nombre, haciéndole la propaganda. Esto es en Apocalipsis, capítulo 13. ¿Ahí qué se les pide a los cristianos? “Estén dispuestos a dar la vida, hay que luchar, hay que denunciar”.
Fuente: El País
Deje su comentario