Al iniciar las obras, la Pista Juan Pablo II, recorrida por 22 rutas de Transporte Urbano Colectivo, estarán cerrados dos trechos vitales por la construcción: uno que recibe el tráfico de ingreso y salida a Carretera Sur y otro en carretera norte.
Es decir, que cerca de 400 buses que todos los días recorren algún segmento de esa pista, con más de 250 mil usuarios diarios, serán desviados a calles alternas.
Las vías alternas además de los 400 buses diarios, recibirán a más de 150 mil vehículos que también circulan regularmente por esa zona. Lo que significa un completo caos vial para los pobladores de esas zonas.
A criterio del presidente de Fenicootaxi, Vidal Almendarez, el caos ocasionara embotellamiento en las calles que no están siendo afectadas al igual que implicará un mayor costo para los conductores.
“Evidentemente que toda construcción y más de esa magnitud tendrá sus efectos negativos en la circulación vial, es inevitable. Ha habido bastante información con lo de cambio de buses pero también todos aquellos que independientemente que no nos toque circular por las vías afectadas la parte que no está siendo afectada se va a recargar por el efecto del traslado de esa cantidad de vehículos a ese sector entonces para movilizarse bien hay que salir antes, si salís a las 6 de la mañana ahora saldrás a las 5- 5:30 de la mañana, esto también va a implicar un mayor costo” expresó Vidal Almendarez, presidente de Fenicootaxi.
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Almendarez recomiendo a que tomen distintas rutas alternas, además de las que la Alcaldía de Managua brindó para evitar retrasos, también el cambio de horario de su salida a su destino es importante en esta temporada de construcción.
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