El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este jueves en Roma que, tras reunirse con el papa Francisco, intentará convencer a su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, para que libere al obispo Rolando Álvarez, quien está condenado a 26 años de prisión por negarse a abandonar el país con destino a Estados Unidos.
Lula aseguró que será “un trabajo de paciencia”, pero que él tiene mucha, e intentará conseguirlo.
En una rueda de prensa al término de su visita a Italia y el Vaticano, Lula explicó que lo único que quiere la Iglesia católica en Nicaragua es que liberen al obispo Álvarez para que pueda viajar a Italia y consideró que su encarcelamiento ha sido “un error” de Ortega.
“Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (…) y reconocer este error”, dijo Lula, que se entrevistó este pasado miércoles con el papa Francisco en el Vaticano.
El Gobierno de Ortega excarceló y expulsó del país a 222 presos políticos, que fueron trasladados a Washington, pero dos presos se negaron a abandonar el país, entre ellos el religioso, quien como consecuencia fue sentenciado a 26 años de prisión, despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a la cárcel.
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