España y Nicaragua han normalizado sus relaciones diplomáticas tras las tensiones de los últimos años.
Maurizio Gelli, italiano nacionalizado nicaragüense en 2009, ha entregado al rey de España sus cartas credenciales que lo acreditan como embajador del gobierno de Daniel Ortega, poniendo así fin a una crisis que duraba ya más de un año.
Con la entrega de sus credenciales al jefe del Estado en ceremonias consecutivas en el Palacio Real culmina el procedimiento para que Nicaragua vuelva a estar representada en España.
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Nicaragua no tenía embajador en la nación europea desde marzo de 2022, cuando Daniel Ortega retiró al sandinista, historiador y académico nicaragüense, Carlos Antonio Midence, debido a “las continuas presiones y amenazas injerencistas” por parte de España, “que hacen imposible el ejercicio de la labor diplomática”.
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Midence había sido convocado una semana antes por el Ministerio de Exteriores para expresarle el malestar de España por la negativa del Gobierno de Ortega a permitir el regreso de la entonces embajadora española a Nicaragua después de que fuera llamada a consultas en agosto de 2021.
Desde julio pasado, la nueva embajadora de España en Managua es Pilar Terrén, licenciada en derecho y diplomática de carrera, que en el momento de su nombramiento ejercía como subdirectora general de Cancillería del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
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