Tenemos tres tipos de oposición

Adolfo Miranda Sáenz

Entre los nicaragüenses hay tres tipos de oposición: una oposición aliada del gobierno; una oposición extremista, radical, intransigente y violenta; y una verdadera oposición cívica y pacífica.

Existe una “oposición” aliada del gobierno. Es una oposición aparente porque no mantiene sus supuestos principios, ideales, valores y criterios, sino que apoya acríticamente los criterios y políticas del gobierno.

Esa llamada oposición no cumple las funciones de una verdadera oposición. Aunque afirman ser independientes actúan en la práctica como aliados del gobierno. Así, pierden su razón de ser y sus bases populares, reduciéndose a un pequeño grupo.

Existe la oposición extremista, radical, intransigente y violenta. Su único fin es derrocar del modo que sea al gobierno, incluyendo la vía armada, la insurrección, la paralización del país, la destrucción de la economía, la intervención extranjera y cualquier otro medio para tomar el poder.

Esa oposición extremista y violenta siempre, históricamente, ha actuado así. No acepta ningún tipo de diálogo ni acuerdos que mejoren la situación del país en temas políticos y en avances democráticos, únicamente dialogarían sobre la salida del gobierno actual. Rechazan todo proceso de cambios graduales con visión de futuro.

Que el país progrese o mejore en cualquier sentido con el gobierno que quieren derrocar, les desagrada, y si pueden sabotearlo o impedirlo de cualquier manera, lo hacen; porque están convencidos de que todo lo bueno para Nicaragua, es malo, porque favorece al gobierno, y todo lo malo que le pase a Nicaragua, es bueno, porque daña al gobierno. Su convicción es que no importa sacrificar —dañar gravemente al pueblo— para derrocar al gobierno.

Desprecian, insultan y descalifican a toda oposición que no acepte sus métodos, que opte por el diálogo, como pide el Papa, que siga vías cívicas y pacíficas, acusándolos de pactistas, acomodados, colaboracionistas y traidores. No razonan con lógica, no son realistas, no quieren cambios políticos y democráticos ahora, con visión de futuro. No aceptan nada más que “todo o nada”. Se niegan a aceptar que es imposible lograr lo que pretenden, porque sencillamente no tienen capacidad alguna de lograrlo.

Existe también una verdadera oposición que es lo contrario de las otras dos. Una oposición sensata e inteligente. Como todo grupo político su fin último es llegar al poder y no renuncian al mismo, pero mediante la lucha cívica, democrática y pacífica. Saben actuar con realismo y comprenden que no siempre se puede lograr el 100% de sus aspiraciones, pero están dispuestos al dialogo y acuerdos con los gobernantes porque “hablando se entiende la gente”, como insiste el Papa Francisco, para lograr mejores condiciones políticas y democráticas con visión de futuro. Acordando soluciones para el presente y para el futuro con entendimiento mutuo. Saben que ahora no lograrán todo, pero pueden lograr mucho. Lograr una situación como antes del 2018, nacional e internacionalmente, incluyendo el proceso iniciado de reformas al sistema electoral, sería un buen comienzo.

La verdadera oposición cívica y pacífica, incluyendo personas que están fuera del país, no debe aliarse con la oposición extremista que promueve la violencia. La experiencia con esas alianzas ha resultado trágica y no debe repetirse. Debe actuarse con sensatez, criticando lo que haya que criticar y promoviendo principios y valores, pero sin odio ni revanchismo, con espíritu cristiano, proponiendo siempre la paz.

Ojalá que el gobierno procure ese diálogo con la verdadera oposición cívica y pacífica, incluyendo a los que están fuera: políticos pacíficos de ideología liberal, conservadora, socialdemócrata, socialcristiana, etc., facilitando su regreso con garantías —junto con los empresarios— para poder establecer un diálogo político con unos y una concertación económica con los otros, para mejorar la economía del pueblo y gestionar más inversiones.

Diálogos que podrían iniciar —si no fuera posible iniciarlos en Nicaragua— en un tercer país, como se han realizado antes otros diálogos exitosos entre nicaragüenses o como algunos diálogos de otros países.

El autor es comentarista de temas políticos, sociales y religiosos.
www.adolfomirandasaenz.blogspot.com

3 comentarios en Tenemos tres tipos de oposición

  1. Por lo que se desprende de su artículo, el se inclina por la oposición cívica, pacífica e inteligente. Debería ser más justo en su apreciación, debería, al menos, que esos sentimientos de muchos que adversa al gobierno, tiene una justificación real, pues pasaron de la indignación al odio, por la matanza desatada por la dictadura, dejando un resquicio en sus artículos para la justicia las víctimas, y castigo Contra los criminales…

  2. La unica oposicion es el derecho a democracia, respeto a derechos humanos, derecho del pueblo a elegir libre y civicamente a su representante a gobernar. Hasta un ciego puede ver que el partido rojo y negro es corrupto y tiene la nacion maneada de patas y cabeza ( adoctrinamiento,forzando a la gente por medio de pagos, ascensos cargos publicos, intimidaciones de perder sus puestos, espiando a todos y acusando, persigiendo, usando estatuas endiosando a sandino, daniel y a la chayo, usando
    logos rojo y negro, metiendo en miedo a civiles, apresando, encarcelando. Hasta que se termine esta mafia entonces habra paz en Nicaragua sera Autonoma y democratica, No se puede dialogar, ni pactar mas, hay que estar claros que los verdaderos traidores de la patria son los autores de esta mafia llamados sandinistas, ortega murillistas.

  3. Pero Ortega y Murillo deben pagar sus crímenes no pueden quedar esas muertes sin justicia no importa con que oposición se dialogue o usted insinúa señor Miranda diálogo sin justicia exigir justicia no es ser extremistas o violentos.Ortega debe pagar por sus crímenes al igual que sus secuaces y rosario murillo

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