Este miércoles 1 de febrero, el Papa Francisco celebró la primera Misa de su Viaje Apostólico en África en el Aeropuerto de Ndolo, en Kinsasa (República Democrática del Congo), ante más de 1 millón de fieles.
Desde primera hora de la mañana, numerosos cristianos de la República Democrática del Congo y también de países vecinos esperaron la llegada del pontífice a ritmo de canciones africanas y agitando banderas del país y pañuelos blancos.
En su homilía, el Papa Francisco dijo que había “anhelado mucho este momento” y agradeció a los fieles por acompañarle durante esta primera celebración Eucarística.
Durante su alocución el líder religioso también aprovechó el momento para criticar fuertemente a quienes expolian las riquezas de África y arman a sus ciudadanos, provocando el hambre, la desigualdad y las guerras que afectan el continente africano.
“Hagan callar las armas, pongan fin a la guerra. ¡Basta! ¡Basta de enriquecerse a costa de los más débiles, basta de enriquecerse con recursos y dinero manchado de sangre!”, expresó.
Francisco no terminó su intervención ahí, y señaló a todas las entidades, internas y externas, que están involucrada en la guerra, de provocar que la región del Congo se vea afectada por el conflicto.
“Ustedes se están enriqueciendo por medio de la explotación ilegal de los bienes de este país y el sacrificio cruento de víctimas inocentes”, destacó. Sus palabras se dieron después de oír los testimonios de cuatro víctimas del conflicto armado que atraviesa este país.
Pese a sus pronunciaciones, el Papa brindó un mensaje enfocado en el perdón, haciendo un llamado a no guardar odió en el corazón.
“En un mundo abatido por la violencia y la guerra, la paz nace cuando las heridas sufridas no dejan cicatrices de odio, sino que se convierten en un lugar para hacer sitio a los demás y acoger sus debilidades”, dijo desde allí. No se trata de dejarlo todo atrás como si nada hubiera sucedido, sino de abrir a los demás con amor el corazón”, detalló.
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