Una enfermera es la principal sospechosa del crimen que provocó la muerte de hasta 13 bebés. El hecho causó gran conmoción en Argentina.
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La Justicia del país sudamericano confirmó que los recién nacidos bebés fallecieron en extrañas circunstancias en un hospital público tras ser inyectados con potasio a propósito.
Los hechos sucedieron en el Hospital Materno Neonatal de la provincia de Córdoba, ubicada a 647 kilómetros al norte de Buenos Aires, Argentina.
Una de las investigaciones apunta que los bebés tenían cuatro marcas de inyecciones, cuando solo deben tener tres para cumplir con las vacunas que son obligatorias.
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Ese cuarto pinchazo fue el del potasio que presuntamente les suministró la enfermera Brenda Aguero, de 27 años, quien ya está imputada por “homicidio calificado reiterado por procedimiento insidioso”.
La justicia ahora investiga las razones del crimen y si tuvo cómplices.
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