Los sindicatos y gremios que impulsan una ola de protestas y huelgas en Panamá para conseguir que baje el costo de la vida, entre otras reivindicaciones, no acudieron el jueves al diálogo convocado por el Gobierno, alegando una falta de consenso previo.
El Gobierno de Laurentino Cortizo llamó el miércoles a todos los sectores en protesta a participar ayer en una mesa de diálogo en la capital panameña, mediada por la Iglesia católica, para encontrar “juntos soluciones viables y factibles a los problemas que aquejan a la sociedad”.
El Ejecutivo anunció el diálogo luego que la subvención general al combustible o la reducción del gasto del Estado para evitar más endeudamiento público, fueron tildadas de medidas «insuficientes» por los gremios y organizaciones sociales, que han continuado con las protestas en casi todo el país.
Las protestas comenzaron para exigir la bajada y congelación del precio de los combustibles, alimentos y las medicinas, un alza general de salarios y el presupuesto educativo.
Las manifestaciones han ido escalando por el repudio, despilfarro de los recursos del Estado y corrupción, como se leen en las pancartas de los manifestantes.
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Los empresarios han hablado de pérdidas millonarias, y han pedido un “gran diálogo nacional”, además que el Gobierno detalle cuál es la reducción real de gastos del Estado.
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