El Gobierno de Nicaragua, bajo la administración del presidente Daniel Ortega, retiró el martes 12 de julio a su embajador en San José, Costa Rica, Duilio Hernández, informó el diario local La Nación.
Hernández estuvo en el cargo por cuatro años. Hasta ahora se desconocen los motivos del retiro, y ambas naciones aún no se pronuncian al respecto.
Importante destacar que la decisión de Ortega se da después de que un grupo de parlamentarios latinoamericanos de izquierda intentaran ingresar por la frontera de Costa Rica a Nicaragua para corroborar la situación de los reos políticos, sin embargo, migración les negó el paso.
El diputado tico Mariano Rosa, dijo que Nicaragua colocó militares en la frontera, quienes ordenaban a la policía migratoria impedir el ingreso, y “nos dijeron que no nos acercáramos”. “Hubo una actitud intimidatoria y amenazante “, denunció.
El presidente electo Rodrigo Chaves afirmó que analizaba la posibilidad de enviar un diplomático a Nicaragua, no obstante, después declinó debido a que el gobierno de Ortega ocupó la sede en Managua de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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Su decisión en primera instancia fue criticada por la comunidad costarricense y la oposición nicaragüense, instándolo a que mantuviera la postura de su antecesor Carlos Alvarado, quien tuvo una relación distante con Managua.
Carlos Alvarado y Rodrigo Chaves.
Costa Rica ha sido un país clave para los nicaragüenses que huyen de la crisis política que vive el país desde el año 2018, pero también para quienes buscan oportunidades laborales.
Los nicaragüenses representan el 92 % del total de peticiones de refugio en Costa Rica. Se espera que al cierre del 2022 habrá en Costa Rica 80.000 refugiados nicaragüenses, de acuerdo a datos divulgados por la directora de Migración, Marlen Luna, en una comparecencia ante legisladores en la que reveló que la dependencia está “desbordada”.
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