Estados Unidos decidió limitar el uso de minas terrestres antipersonales y se comprometió a no desarrollar, producir y exportar estas armas para uso contra la población civil, con lo que se une a la mayoría de los países del mundo, incluidos todos sus aliados de la OTAN, anunció la Casa Blanca este martes.
“Una vez más, el mundo ha sido testigo del impacto devastador que pueden tener las minas antipersonales en el contexto de la guerra brutal y provocada de Rusia contra Ucrania”, afirmó en un comunicado Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Además, precisó que el objetivo último de Washington es unirse a la Convención de Ottawa de 1997, el principal tratado internacional que prohíbe las minas antipersonales y que Washington no ha firmado.
Sin embargo, Estados Unidos hará una excepción con la defensa de Corea del Sur, pero se alinea con gran parte de los compromisos de este texto, es decir, vuelve a lo que era su posición antes del mandato del expresidente Donald Trump.
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