El Papa Francisco ha acudido este jueves 5 de mayo a una audiencia en el Vaticano en silla de ruedas por los fuertes dolores en su rodilla derecha, que le han impedido caminar. Esta es la primera vez en 2022 que el pontífice aparece públicamente de esta manera.
El máximo líder de la iglesia católica a nivel mundial asistió al aula Pablo VI del Vaticano, en una la silla empujada por uno de sus asistentes, para reunirse con los participantes de la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).
El jerarca comentó recientemente que sufre “una rotura de ligamentos” en la rodilla derecha y el médico le había aconsejado que no caminase en estos días. Por ello, iba a recibir infiltraciones para mitigar el dolor.
Ante la condición física, en las últimas semanas el Papa Francisco ha suspendido su agenda algunos días para someterse a pruebas médicas, y este problema lo obligó a no poder oficiar algunas ceremonias durante la pasada Semana Santa.
A principios del mes de abril, durante su viaje apostólico a Malta, no pudo bajar las escaleras del avión por primera vez y recurrió a un elevador. Según algunos medios, si no resuelve la situación se piensa en una operación, aunque será el último de los remedios.
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Estos problemas de movilidad del Papa preocupan a sus allegados y equipo de trabajo del Vaticano por los próximos viajes que deberá afrontar, como el de Líbano a mediados de junio o el de a inicios de julio a República Democrática del Congo y Sudan del sur o Canadá a finales de ese mes.
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