Centenares de mujeres protestaron en calles de la Ciudad de México tras el hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar, joven de 18 años que estaba desaparecida desde el 9 de abril.
Su cuerpo fue encontrado la noche del jueves dentro de la cisterna de un hotel, en una carretera de los suburbios de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, cercano al lugar donde había sido vista por última vez.
Las mujeres cargaban pancartas con las siguientes frases; “¡Debanhi, te presto mi voz!”, “¡Que volver a casa no sea un privilegio!” y “¡Queremos ser libres, no valientes!”, además de frases como “¡Pedimos justicia!” y “¡Gritamos por cada desaparecida!”.
El pasado viernes 22 de abril también se registraron manifestaciones similares en la ciudad de Monterrey, donde decenas de mujeres protestaron frente a las instalaciones de la fiscalía estatal.
Debanhi fue vista por última vez de madrugada en una carretera, tras bajarse de un taxi de aplicación por una presunta inconformidad con el conductor, según citaron medios mexicanos aunque se manejan otras versiones, ya que el caso es muy confuso.
La fiscalía del estado de Nuevo León anunció el domingo, en un comunicado, que el caso de Debanhi se investiga como feminicidio. Además, señalaron que la causa de su muerte se debió a una supuesta contusión de cráneo.
Recientemente la iglesia católica de México responsabilizo al gobierno actual por el asesinato de la joven. Los líderes católicos catalogaron de “monstruosidad” las desapariciones constantes de las mujeres en ese país.
“El caso Debanhi es la expresión mediatizada de una realidad que, por desgracia, se ha vuelto ‘normalidad’: nuestras desaparecidas”, expresaron por medio de un editorial.
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