Ortega ejerce un “control total” sobre Nicaragua, critica nuevamente Estados Unidos

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.

Nicaragua fue señalada por Estados Unidos de seguir practicando torturas, ejecuciones y represión, de acuerdo al informe anual de derechos humanos, publicado este martes 12 de abril por el Departamento de Estado.

Otros países, en los que EE.UU. ve un “empeoramiento de la situación de los derechos humanos y una continuación del auge del autoritarismo”, es Cuba, China y Rusia, particularmente en este último por el ataque a Ucrania iniciado a finales de febrero.

Específicamente sobre Nicaragua, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que el presidente, Daniel Ortega, ejerce “un control total” sobre el país después de ser reelegido en unos comicios marcados por el encarcelamiento de opositores.

EE.UU. destacó que el mandatario sandinista “se adjudicó un cuarto mandato consecutivo” en las elecciones de noviembre después de “encarcelar arbitrariamente a casi 40 figuras de la oposición” y bloqueando la participación de partidos opositores.

«El Frente Sandinista de Liberación Nacional de Ortega ejerce un control total sobre el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y las autoridades electorales», advirtió íntegramente Blinken en el informe.

Además, detalló que el Gobierno de este país sigue sin investigar ni perseguir a las autoridades que cometen violaciones a los derechos humanos, incluidos “los 355 asesinatos y las centenares de desapariciones” durante las protestas de 2018.

Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.

Respecto a la situación en Ucrania, manifestó que a medida que las tropas rusas se retiran de las ciudades ucranianas que habían ocupado o sitiado, están saliendo a la luz las “atrocidades generalizadas” de las fuerzas.

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EE.UU. condenó que mujeres y niñas hayan sido violadas, además infraestructuras civiles bombardeadas, como un teatro y una estación de tren.

El Departamento de Estado concluyó acusando a las fuerzas respaldadas por Moscú de haber perpetrado desde 2021 actos violentos “generalizados” contra la población civil de la región del Donbás, donde el Kremlin ha apoyado desde el 2014 a las milicias prorrusas.

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