El gobierno de Colombia, ordenó a su embajador Alfredo Rangel, retirarse de Nicaragua tras las polémicas declaraciones del gobierno sandinista a la nación sudamericana, a la cual calificó de “narco-estado”.
La cancillería colombiana solicitó a su embajador en suelo nicaragüense, emitir una “nota de protesta”, rechazando las declaraciones de Daniel Ortega el pasado lunes 21 de febrero en un evento público.
“Ante declaraciones de Daniel Ortega de Nicaragua, en contra del Estado colombiano y del país, ordenamos al embajador Alfredo Rangel, presentar una nota de protesta rechazando contundentemente esta nueva ofensa al honor de nuestra Nación y le solicitamos regresar de inmediato al país”, expresó la cancillería en su cuenta de Twitter.
Colombia afirmó que estos señalamientos buscan “distraer la atención de la comunidad internacional sobre la grave situación de violaciones a derechos humanos que suceden en Nicaragua, contra la oposición”.
“La comunidad internacional bien conoce que, quienes se han opuesto de manera abierta al gobierno, durante el último año, han terminado en la cárcel por el sólo hecho de querer presentarse como una opción legítima y democrática”, indicaron.
La cancillería recordó que su país se ha caracterizado por defender los valores de la democracia, el Estado de Derecho, las libertades, los Derechos Humanos, y la independencia de sus instituciones. En cambio, el gobierno de Ortega no cuenta con “legitimidad”, por las violaciones a las libertades públicas en el país, cita el pronunciamiento.
“El gobierno de Nicaragua no cuenta con legitimidad ni reconocimiento de la comunidad internacional, precisamente, por las múltiples violaciones a los derechos y a la libre determinación política del pueblo nicaragüense”, subrayaron.
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