Al menos diez migrantes provenientes de Nicaragua, Venezuela, Guatemala y República del Congo se cosieron los labios con aguja e hilo, en la ciudad de Tapachula, estado mexicano de Chiapas, con el objetivo de presionar la emisión de visas en ese país.
Sin embargo, la desesperada acción, realizada por una mujer y nueve hombres que desean llegar a Estados Unidos, fue reprobada por las autoridades migratorias de México.
El Instituto Nacional de Migración (INM) indicó que reprueba “que se atente contra la integridad física y psicológica de las personas migrantes al exponerlas a acciones sin sentido, como la autolesión que se infringieron al coserse o costurar sus labios”.
Así se cosían los labios unos a otros.
El lunes, unos 800 inmigrantes, fuertemente vigilados por miembros de la Guardia Nacional (GN), marcharon desde el centro de Tapachula hacia las oficinas de la delegación del INM para exigir documentos que regularicen su situación.
Desde hace dos semanas, este grupo de migrantes ha estado realizando movilizaciones, marchas, protestas y huelgas de hambre, en demanda de visas por razones humanitarias o algún oficio que les permita salir de Tapachula.
De acuerdo a los activistas, son alrededor de unos 30 000 migrantes que están varados en Tapachula en espera de documentos.
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