Unos rescatistas trabajan este viernes por cuarto día consecutivo para sacar con vida a un niño de cinco años que cayó en un pozo en un pueblo en el norte de Marruecos, una operación que tiene en vilo al país.
El trajín de maquinarias para despejar el terreno junto al pozo de 32 metros no paró en toda la noche, constató un periodista de la AFP.
Conforme a las autoridades locales, las retroexcavadoras lograron llegar a 28 metros de profundidad y están comenzando a cavar un túnel hacia el pozo donde está atrapado el pequeño de nombre Rayan.
Pero esta fase de la operación es delicada por el riesgo de derrumbe, agregaron. Parte del problema se debe al tipo de terreno, que tiene algunas capas arenosas y otras rocosas.
El niño, cuyo destino tiene en vilo al país, ha atraído la atención mediática internacional. El incidente ocurrió el martes 31 de enero cuando cayó accidentalmente en un pozo seco de 32 metros de profundidad, estrecho y de difícil acceso, excavado en las inmediaciones de su casa en una aldea cercana a la localidad de Bab Berred, en el norte de Marruecos. Los rescatistas intentaron ingresar al pozo, pero se les hizo imposible.
Por el momento no se sabe sobre el estado físico del niño, que está siendo vigilado por medio de un observador de cámara que pudo ser ingresado hasta los 32 metros de profundidad. Los marroquíes trabajan a destajo con la esperanza de sacar a Rayan vivo.
Señalan que los rescatistas pudieron enviar agua y oxígeno hasta el fondo del pozo seco.
La madre del Rayan contó a la prensa local con lágrimas en los ojos que “todavía tiene esperanza de que saquen al niño con vida”.
“Rayan estaba jugando y luego desapareció. Toda la familia se movilizó para buscarlo hasta que nos dimos cuenta de que se había caído al pozo”, relató la mujer.
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