El Obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos volvió a manifestar su solidaridad con las personas que deciden salir de Nicaragua por los diferentes problemas que los aquejan, por ejemplo la falta de empleo.
En su homilía, desde la Parroquia Jesús de la Caridad en el Municipio de La Trinidad, Estelí, expresó que “Jesús migra con el migrante, Jesús se asila con el asilado, Jesús se refugia con el refugiado”.
El religioso destacó el peligro y las dificultades que atraviesan las familias que emigran en busca de un mejor futuro, especialmente hacia Estados Unidos, y comentó como ejemplo la situación que atravesó el hermano de un feligrés.
“Mi hermano con su esposa y su niñito migraron y estuvieron un mes retenidos en la frontera, un mes en esos refugios clandestinos”, comentó el jerarca católico, recordando que las mujeres son los seres que más peligro corren, porque en algunos casos sufren violaciones sexuales en el camino por secuestradores o personas extrañas.
Voz de Obispo de Matagalpa.
“Jóvenes nuestras jóvenes, madres, nuestras madres. Jesús está ahí en la impotencia de las mujeres que están siendo violadas, y él también en ese momento se vuelve impotente. Está en el llanto de los que son secuestrados y extorsionados en esas caravanas del desierto”, aseguró el prelado.
Monseñor Álvarez agregó que cuando “nosotros nos sentimos impotentes, él se vuelve impotentes con nosotros, cuando nosotros lloramos él llora con nosotros, él quiere involucrarse con su pueblo, está con el privado de libertad ahí en la cárcel”.
“Jesús está con los niños desnutridos, con la familia del corredor seco, está con el hombre y la mujer mal pagada, con la persona a la que se le explota su fuerza humana con un salario de miseria, Jesús está en los padres que se sienten dolorosos al no poder darle la educación a sus hijos”, concluyó el Obispo de Matagalpa.
Voz de Obispo de Matagalpa.
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