“No me voy a esconder, si me quieren matar, que me maten”, dice refugiada nica en Costa Rica

Rayza Hope, una cantante y activista en temas ambientales y sociales, decidió refugiarse en Costa Rica en el año 2018 debido a la persecución política de la cual es víctima en Nicaragua, y pese a estar en el vecino país del sur, siente que los ataques hacia su persona no cesan. “En este 2021 hemos vivido situaciones muy duras”.

Aunque se determinó que fue un suicidio, Hope señala que puede haber algo más en la muerte de su hija, la joven Gabriela Reyes Padilla, quien fue encontrada sin vida en su casa, ubicada en el barrio La Reconciliación, en el departamento de León, Nicaragua el pasado 28 de noviembre.  

En su momento Hope denunció que el cuerpo de su hija tenía golpes, pese a que Medicina Legal dictó que se trató de una asfixia (ahorcamiento).

“Fue encontrada de una forma que toda la familia está impactada, pareciera que vivimos una pesadilla. Una muerte que no es muy clara, sobre todo que se hizo ver que fue un suicidio, pero la familia se niega en aceptarlo así porque ella era muy viva, con mucha comunicación y con herramientas para superar momentos de tristeza. Su cuerpo muestra signos de violencia”, manifestó la nicaragüense.

Raiza Hope junto a su hija.

Atentado

El pasado 4 de abril, Hope sufrió un asalto junto a su esposo en Costa Rica. “Nos robaron todo”. Aunque los robos suelen ser parte de la cotidianidad, Hope expresa que “fue extraño” porque “nos asaltaron nicaragüenses”, por lo que consideró “fue un ataque político”.

Lo más preocupante y peligroso fue un atentado que se registró el pasado 3 de octubre, junto a una amiga nicaragüense que también está exiliada.

“Ahí sí fue algo con amenazas directas, fue un solo hombre armado, entró al negocio cuando estábamos cerrando, de noche, nos puso un arma de frente y nos dijo una frase que hizo famosa Rosario Murillo: Dejen de joder”, narra Hope, quien participó en las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega.

La ciudadana cuenta que la decisión de unirse a las manifestaciones el 18 de abril de 2018, le costó un primer ataque a su casa ese mismo día. “Llegaron más de 50 hombres a gritarme traidora de la patria, golpista; me amenazaron y estaba sola con mis hijos”, dijo.

Raiza Hope en protestas antigubernamentales.

Pese a todo lo vivido, las pruebas duras y las cosas inciertas, asegura que no se esconderá. “Si me quieren matar, que me maten. No le he hecho nada malo a nadie, lo único que hice y hago es defender los derechos humanos en Nicaragua y lo sigo haciendo aquí por mis hermanos nicaragüenses”, puntualizó.

¿Cómo llegó a Costa Rica?

“Sin nada”, así llegó Hope al vecino país del sur, con su esposo, que hasta ahora no revela su nombre por precaución. “No pudimos sacar nada de la casa. Nos dieron albergue el primer mes y después a correr por un trabajo y a poner en regla mi condición migratoria, soy refugiada política”, comentó.

Continuó informando que a inicios de su llegada comenzó a vender frutas en las calles de San José, “algo que para mí fue duro porque yo en Nicaragua era empresaria; sin embargo, entendí que era lo que debía hacer y lo hice con orgullo”.

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