El Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua permitirá el ingreso de equipos periodísticos de medios de comunicación provenientes de China, tras un memorando firmado con el Grupo de Medios de China comunista (CMG), supuestamente para “establecer una corresponsalía en Managua e intercambiar información”.
Recientemente ambas naciones restablecieron relaciones tras una ruptura con la República de China-Taiwán, que ayudaba a Nicaragua desde 1990. “Para nosotros (Gobierno) es una gran oportunidad de poder presentar al país como lo que en realidad es: un proyecto cristiano, socialista y solidario que trabaja por el beneficio del pueblo nicaragüense”, señaló el Ejecutivo (Ortega). .
La administración sandinista explicó que con el acuerdo “se abren las puertas” para establecer en Nicaragua “el buró del Grupo de Medios de China”. El memorando fue suscrito por Laureano Ortega Murillo, asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia que encabeza su padre, Daniel Ortega, y su madre, la vicepresidenta Rosario Murillo, y Yu Bo, en representación del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Indicó que ahora ambos países podrán intercambiar información “de los reportajes del contenido mediático, de poder llevar la realidad de lo que sucede en Nicaragua al mundo a través de los medios chinos”, y viceversa.
Otros medios no son bienvenidos
Todo lo contrario ocurrió en el período previo a las elecciones del pasado siete de noviembre. Y es que el Gobierno de Ortega negó la entrada al país a varios medios de comunicación internacionales, entre ellos un equipo del prestigioso diario estadounidense The New York Times.
Equipo de El Herlado expulsado.
Frédéric Saliba, corresponsal en México del diario francés Le Monde (El Mundo), no pudo entrar a Nicaragua. También un equipo del medio hondureño El Heraldo fue expulsado en un punto fronterizo.
Además, la periodista Carrie Kahn de la National Public Radio, el servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos, dijo el 5 de noviembre que las autoridades nicaragüenses negaron su ingreso, sin informarle sobre el motivo para tal acción.
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