Un estudio presentando este martes, que lleva por nombre “Trazando un nuevo curso de acción regional“, destaca que unos 14 millones de centroamericanos estarían dispuestos a emigrar en los próximos meses, a Estados Unidos como principal destino.
El documento cifra en un 43% el porcentaje de ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador que ven la emigración como una oportunidad de mejorar su situación. El estudio explora además los varios factores que alimentan las migraciones irregulares.
“Más del 43% de ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador quieren migrar en los próximos 12 meses”, dijo íntegramente en la presentación del informe el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.
Emigración aumentó casi el 10%
La cifra supera con creces el 8% de ese mismo indicador hace dos años, según el estudio, realizado por el Instituto de Políticas Migratorias, la Organización de Estados Americanos (OEA), el PMA y el Instituto Tecnológico de Michigan.
“Imagínense si esa población, que representa unos 14 millones de personas, intenta emprender el viaje”, explicó el funcionario del sistema de Naciones Unidas.
Para el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que participó en la presentación del informe, “la subregión del Triángulo Norte representa un reto que amerita atención inmediata y acciones concretas de los países implicados en la emisión, ruta y destino de los migrantes, al ser los países del continente donde más se acentúa esta problemática, aparte de Venezuela, que se estudia como un caso especial”.
“El gran valor de este estudio es que demuestra con evidencias las causas económicas, sociales y políticas y familiares que suelen estar detrás de la decisión de migrar de millones de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras”, manifestó Almagro.
Emigración por violencia en los países
El secretario general de la OEA añadió que está claro que atrás del exponencial aumento en el número de migrantes de esos países están la violencia, el crimen organizado, el desempleo, la inseguridad alimentaria y, más recientemente, el impacto del cambio climático.
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