Familiares de presos políticos denuncian las condiciones a las que someten a Tamara Dávila, Ana Margarita Vigil, Suyén Barahona, y Dora María Tellez, en las instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como el “Nuevo Chipote”, donde las confinan en celdas solitarias, indica un informe.
“En el caso particular de Tamara Dávila, causa alarma y preocupación ya que su celda esta completamente sellada desde que fue secuestrada”, indican.
Por tal motivo sus familiares reafirmaron su preocupación ante los daños físicos y sicológicos que les puede causar esta situación. Pese a lo condición en la que se encuentran, sus parientes están seguro de su inocencia, mientras esperan con “esperanzas su pronta liberación”, señalan en el escrito.
Una vez más dejaron entrever las condiciones precarias en las que están detenidos, como la falta inadecuada de iluminación, y en otras ocasiones las luces pasan encendidas las 24 horas dentro de las celdas, mientras que otras se encuentran en “penumbra”.
En cambio otras celdas son muy pequeñas, que albergan camas de concreto que portan colchones deteriorado debido al uso constante que hacen de ellos, provocando lesiones en la piel y dolores musculares.
“Sus celdas permanecen custodiadas por policías, quienes le impiden comunicarse entre ellos”, subrayan.
El documento añade que se les respete sus derechos humanos y el cese al aislamiento al que someten a las reas políticas en el caso de Dávila que permanece en una celda sellada. Mientras que Barahona, Dora María, y Ana Margarita, están aisladas en una celda empernada.
También exigen el cese a los interrogatorios cuando sus abogados no están presentes, y un mecanismo de acuerdo al de la Niñez y Adolescencia, con el fin de garantizar la comunicación entre los familiares y sus hijos menores de edad.
Por último solicitaron que se le permita interactuar entre ellos, en horas comunes de patio y sol, en lugares adecuados. También pidieron que se les deje ingresar material de lectura.
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