En el último día de la 51ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) se aprobó una resolución que declara “ilegítimas” las elecciones en Nicaragua, que se llevaron a cabo el pasado domingo 7 de noviembre.
El dato político llamativo fue que esta vez Argentina fue uno de los 25 miembros que firmó a favor de la resolución, que tuvo 7 abstenciones y solo un voto negativo, el de la propia Nicaragua.
El vicecanciller, Pablo Tettamanti, pidió que se realice una “evaluación colectiva inmediata” en el Consejo Permanente en la OEA para seguir el tema nicaraguense, una situación que se agravó hace unos meses cuando el gobierno de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, encarceló a los principales dirigentes opositores.
“Hemos acompañado el actual proyecto de resolución, con la convicción, la esperanza y la voluntad política de seguir trabajando a favor del diálogo y la solución pacífica de nuestras diferencias, en verdadero beneficio de nuestros pueblos”, señaló Tettamanti.
En un comunicado de la Cancillería, se destacó que “la Argentina reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos”, lo que para el país “representa un valor superior e irrenunciable.
“La Argentina cree firmemente que la mejor forma de superar nuestras diferencias ha sido y seguirá siendo el diálogo. Nunca las sanciones o los bloqueos, que en nuestro hemisferio sólo han llevado a resultados negativos”, enfatizó Tettamanti.
La resolución de la OEA sobre Nicaragua fue impulsada por Estados Unidos y otros ocho países. El resultado fue: 25 votos a favor, 1 en contra, 7 abstenciones y 1 ausente.
Uno de los puntos del documento resalta que “las elecciones en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes, y no tienen legitimidad democrática” porque se llevaron a cabo en un contexto en que más de 150 ciudadanos, entre manifestantes y opositores, se encuentran encarcelados en las diferentes cárceles del país.
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