Después de conocerse los primeros datos preliminares del Consejo Supremo Electoral (CSE), en los que dan la victoria al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), durante las votaciones del pasado 7 de noviembre, la comunidad internacional se hizo notar, pronunciándose sobre dichos comicios a los cuales calificaron de “ilegítimos”, por celebrarse bajo violaciones a derechos humanos y encarcelamientos a más de 130 presos políticos, entre ellos precandidatos presidenciales.
Estados Unidos fue el primero, se pronunció antes del informe del CSE, con un comunicado contundente por parte del presidente Joe Biden, desde la Casa Blanca, señalando de “pantomima”, las votaciones.
Puede Leer: Daniel Ortega reelecto para su quinto mandato
“Lo que el presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue una elección pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática”, afirmó.
El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió que se continuará presionando a Ortega y apoyando el derecho a la democracia de los ciudadanos nicaragüenses.
“Estados Unidos se une a otras democracias en la región y en todo el mundo en la condena de esta subversión de las normas democráticas”, dijo Blinken en Twitter.
Después de las declaraciones emitidas por el mandatario estadounidense, otros países se unieron al rechazo. Alemania a través de su portavoz del ministerio de relaciones exteriores Andrea Sasse, se refirió al tema, asegurando que los comicios no cumplieron “las condiciones mínimas de una elección libre y justa”.
Al mismo tiempo exhortó al gobierno nicaragüense a volver al proceso democrático. “Llamamos al Gobierno en Nicaragua a regresar al proceso democrático y a poner en libertad de inmediato a los presos políticos”, dijo Sasse, durante una conferencia de prensa este lunes 8 de noviembre.
España, solicitó unas votaciones libres, justas, transparentes, y que garanticen la participación de todos los nicaragüenses, pues consideran que carecen de las mínimas garantías democráticas exigibles.
“El Gobierno de España rechaza los resultados de las elecciones celebradas ayer en Nicaragua por las inaceptables y arbitrarias condiciones en que se celebraron”
El Ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, en declaraciones a medios europeos reiteró que no se le podían llamar elecciones a lo que ocurrió el domingo.
“No podemos llamarlas ni elecciones han sido una burla, lo que se realizó ayer en Nicaragua ha sido una burla: una burla al pueblo de Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y sobre todo una burla a la democracia”, destacó.
El gobierno de Reino Unido vio con profunda preocupación lo que está sucediendo en el país, y como todos los demás países, aseguró que las elecciones “No fueron ni libres ni justas”.
“Las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el 7 de noviembre en Nicaragua fueron solo de nombre. No fueron ni libres ni justas”, puntualizan.
En su pronunciamiento aseveró, que Daniel Ortega y Rosario Murillo se mantiene en el poder, luego que los precandidatos presidenciales, “dignos de credibilidad fueran encarcelados e inhibirlos de participar en las votaciones del domingo.
La Unión Europea compuesta por 22 países, consideró que el oficialismo eliminó toda competencia electoral creíble en las votaciones, los que las hacen carecer de legitimidad, y sin ningún tipo de garantía democrática.
“La integridad del proceso electoral quedó anulada por el encarcelamiento, el acoso y la intimidación sistemáticos de precandidatos presidenciales, dirigentes de la oposición, líderes estudiantiles y rurales, periodistas, defensores de los derechos humanos y representantes de empresas”, citó la comisión europea.
Puede Leer: CSE emite resultados provisionales de las votaciones 2021
La UE dejó clara la posibilidad de tomar medidas contra aquellos principales partícipes del deterioro de la democracia en el país, evitando perjudicar al pueblo nicaragüense.
“Consideraremos todos los instrumentos a nuestra disposición para tomar medidas adicionales, incluidas aquellas que puedan ir más allá de las restricciones individuales”, advirtieron.
Tomando en cuenta el arresto de los precandidatos presidenciales y la represión a la sociedad civil, la Cancillería de Noruega, no considera justas ni democráticas las elecciones, instando a las dos partes a realizar un diálogo para recuperar el restablecimiento de la democracia.
“Elecciones en Nicaragua son motivo de preocupación. No se pueden tolerar las violaciones de los derechos humanos y la represión de la sociedad civil”, manifestaron.
Países Sudamericanos y Centroamericanos expresan su rechazo
Algunos medios de comunicación en Israel, aprovecharon la presencia del mandatario colombiano Iván Duque, que se encontraba durante un viaje diplomático en el país asiático, para preguntarle si reconocía los resultados del domingo. Duque puso en duda el proceso y aseguró que se trataba de “una crónica de un fraude anunciado”.
“Lo digo sin ningún temor, Colombia no va a reconocer el resultado de estas elecciones fraudulentas. Esto no nos tiene que sorprender, esto era crónica de un fraude anunciado”, expresó el presidente.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, estableció que ante la falta de garantías durante el proceso electoral, su país decidió no reconocer las votaciones.
“Hacemos un llamado al gobierno para que libere y restituya los derechos de los presos políticos”, comentó Alvarado, instando a la Comunidad Internacional a propiciar un diálogo.
Por su parte el gobierno de Perú, liderado por Pedro Castillo, refirió que las elecciones merecen el “rechazo de la comunidad internacional” por vulnerar su credibilidad, la democracia y el Estado de Derecho.
“El Perú ha seguido con preocupación los acontecimientos previos a las elecciones presidenciales y parlamentarias que se desarrollaron el domingo 7 de noviembre en Nicaragua, las que no cumplen los criterios mínimos de elecciones libres, justas y transparentes”, explicaron.
La administración peruana considera que las acciones violan lo establecido en la Carta Democrática Interamericana.
A criterio del gobierno uruguayo de Luis Lacalle Pou, los comicios no son legítimos, por la falta de estándares internacionales reconocidos, sujetos a órganos independientes e imparciales. Por tal razón el país sudamericano no reconoció los resultados.
“Las autoridades nicaragüenses no aseguraron la plena vigencia de la libertad de expresión, participación política y reunión”, mencionaron.
Deje su comentario