El Obispo de la Diócesis de Matagalpa, y administrador Apostólico de Estelí, Monseñor Rolando Álvarez envió un mensaje este primero de noviembre al pueblo de Nicaragua, en el que la Iglesia católica celebra en su santoral el Día de Todos los Santos.
Álvarez hace el llamado a tener santidad en todas las decisiones que se tomen. Y que en la vida se vea reflejada esas decisiones en la realidad social, políticas, económicas, ecológicas, jurídicas culturales.
“¿Qué significa esto?, que yo no puedo divorciar la santidad en la que estoy llamado de mi vida privada, matrimonial, familiar y de la realidad. ¿Qué realidad social, política, económica, ecológica e institucional estamos viviendo en Nicaragua? Esta es una pregunta sencilla y básica que nos hemos de responder todos”, dijo el Obispo.
El religioso cuestiona que, si en el país se vive en un Estado de derechos donde se respeta la dignidad humanos y los derechos humanos, jurídicos, civiles y políticos.
“¿Vivimos en un estado de derecho donde se respete la institucionalidad, la separación e independencia de los poderes del estado?, cada nicaragüense debe responderse esta pregunta y de acuerdo a su respuesta decidir en la inviolable dignidad de la conciencia que cada uno de nosotros tenemos. Sin miedo a nada ni a nadie, ni a ningún tipo de amenazas, coacciones o chantajes que puedan provenir de alguien o de algún sector”, agrega Monseñor.
Decidir con libertad
Rolando Álvarez hace énfasis en que la libertad no se puede arrebatar, señala que los nicaragüenses, es un pueblo que tiene una libertad interna y con una decisión firme.
“Podrán arrebatarla en algún momento de la historia, pero la libertad interior nada ni nadie nos las puede quitar. Decidir con la fuerza de la libertad que Cristo nos ha dado y en la libertad de los hijos Dios y de la santidad. Somos una nación santa y consagrada por Dios. Esa dignidad no podemos permitir que nada ni nadie nos la manche, trastoque, manipule bajo ningún punto de vista situación o circunstancia”.
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“La iglesia peregrina, purgante y triunfante se une de una manera totalmente clara y manifiesta en este día, para vencer con el poder de Dios la fuerza ya debilitada del fiero dragón y el veneno de la serpiente maligna que intentó morder el talón de la madre para hacerla caer en pecado y que su hijo y Salvador, nuestro señor, naciera mancillado por el pecado y envenenarnos y esclavizarnos a todos; esa serpiente venenosa ya fue vencida. Recuerden Dios siempre vence”, concluyó Monseñor Rolando Álvarez.
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