En los últimos cuatro años la minería metálica se ha convertido en el segundo producto de exportación en Nicaragua, favoreciendo las inversiones privadas, las cuales van destinadas a incrementar la capacidad de producción de las trasnacionales mineras.
Ante el crecimiento de estas empresas los conflictos sociales han incrementado junto a las inconformidades de parte de los ciudadanos y los gobiernos municipales, quienes de este rubro solo obtienen un pequeño porcentaje económico el cual es destinado a proyectos en beneficio de las comunidades.
Tomando en cuenta esta problemática el Instituto de Estrategias y Políticas Publicas Ieep y el centro Humboldt realizaron un foro para analizar las obligaciones, pago de impuestos y beneficios que generan las empresas mineras.
Félix Maradiaga, director ejecutivo del Ieep, expuso la situación de tres municipios los cuales por la actividad minera reciben trasferencias del gobierno central y agregó que esta temática necesita ser abordada desde un punto de vista amplio, haciendo a un lado los sesgos ideológicos contrastando el impacto ambiental con el futuro d las comunidades mineras.
Por su parte Jurguen Guevara, oficial de Industrias Extractivas del centro Humboldt, instó a “que se haga minería de manera responsable, cumpliendo todos los estándares de calidad ambiental y social fomentando procesos de trasparencia y rendición de cuentas”
El investigador del Ieep Andelmo Sandino, afirmó que este rubro genera menos del 1 % de los empleos formales en el país.Agregó que “el gobierno insiste en mantener una política agresiva de fomento a las inversiones mineras “lo que contribuye al enriquecimiento de las compañías extranjeras.
En el encuentro, se concluyó que el gobierno central debe realizar una revisión de los beneficios fiscales y facultar a los gobiernos municipales para que tengan un mayor control de los recursos económicos y del impacto a largo plazo que esta labor generará en la población nicaragüense.
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