A criterio del director para las américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, Daniel Ortega quedará “sepultado” a partir del 7 de noviembre por la total falta de credibilidad y legitimidad en los comicios generales tras la eliminación de toda la “competencia electoral”.
En una entrevista brindada al medio nicaragüense Confidencial, el funcionario manifestó que una vez terminado el proceso electoral “las demandas de una transición democrática en el país van a ser mucho más fuertes”.
HRW expone que “no hace falta esperar el 7 de noviembre para conocer el resultado”. “La comunidad internacional lo tiene clarísimo, no solo no hay condiciones para esas elecciones, aquí se han dado unos abusos de tal envergadura que invalidan, deslegitiman cualquier proceso electoral programado y, por supuesto, contribuye a descalificar, aún más, a esa dictadura”, señala.
Vivanco cree que las elecciones de Ortega solamente serán reconocidas por Cuba, Bolivia y Venezuela, “que está dirigida por otra dictadura”; además de Rusia y probablemente China. “No creo que vayan a conseguir más reconocimiento. No son países menores, son dictaduras también, equivalentes, que tienen intereses, en el caso de Rusia de carácter geopolítico”, agregó.
Daniel Ortega y Rosario Murillo una vez más serán fórmula presidencial del FSLN.
Presos políticos: Cumpliendo los 90 días deben ser liberados
Human Rights Watch sostiene que todas las detenciones de aspirantes presidenciales y opositores son “arbitrarias”. Cuatro de los siete precandidatos encarcelados cumplirán en las próximas dos semanas el tiempo establecido de investigación y detención que son 90 días. Una vez transcurridos el organismo internacional espera sean liberados.
En Nicaragua existen 140 presos políticos actualmente, de los cuales 33 fueron apresados en los últimos tres meses, entre ellos líderes estudiantiles y campesinos, exguerrilleros y dirigentes empresariales. “Han detenido a medio mundo”, expresó Vivanco en la entrevista.
Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro. Cuatro de los siete aspirantes presidenciales presos.
A juicio del director para las américas de HRW, los nicaragüenses están ante “una pareja que trata al país como si fuera una finca privada, y están decididos a aferrarse a cualquier precio al poder, pasando por arriba todos los compromisos, los acuerdos, las obligaciones jurídicas, tanto en lo interno como a nivel internacional”.
Concluyó alegando que en el país no hay un proyecto de nación, no hay un conflicto de visiones ideológicas, “esto es una cleptocracia, es decir, es un régimen que se nutre el ejercicio del poder absoluto para la corrupción, para enriquecer sus arcas personales. Y eso es lo que lamentablemente existió en el siglo pasado en América Latina”.
Otro vocero de un organismo proimperialista que encubren su verdadero papel en supuestos fines nobles pero al fin y al cabo son solo cajas de resonancia de Washington.