La semana pasada expresé mi preocupación por la posibilidad de que Nicaragua fuera excluida del libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea, considerando que esas sanciones no afectarían tanto al gobierno como al país. Una lógica preocupación por las consecuencias trágicas que tendría para el pueblo, especialmente para los más pobres. He leído varios comentarios contradiciendo mi artículo y me parece que algunos se expresaron sin leerlo completo o lo leyeron muy a la ligera; otros no comprendieron lo dicho o talvez yo no supe expresarlo.
Dos tratados de libre comercio facilitan que se exporte a Estados Unidos y a Europa la mayor parte de nuestra producción sin pago de aranceles aduaneros. Si Nicaragua fuera excluida de esos convenios y sus productos tuvieran que pagar todos los aranceles, esos productos subirían de precio y los importadores de Estados Unidos y Europa los sustituirían por productos de otros países. Si los productores asumieran el costo de los aranceles, la producción dejaría de ser rentable.
En cualquier caso Nicaragua dejaría de producir y exportar café, carne, azúcar, maní y otros productos. ¡La gran mayoría de nuestras exportaciones! También, independientemente del tema de los aranceles podrían simplemente suprimir las cuotas asignadas a Nicaragua y dárselas a otros países.
Algunos han dicho que los productores y empresarios tienen mucho dinero y que no importa que paguen las consecuencias. Pero no serían los productores y empresarios privados, que son la principal fuente de empleos, los que sufrirían las peores consecuencias. Para que un ganadero exporte carne debe criar al ternero, cuidarlo, alimentarlo, y cuando ya está listo debe enviarlo a un matadero; la carne debe ser seleccionada, empacada, refrigerada y transportada. En ese proceso los ganaderos dan trabajo a miles de personas del campo, empleados de los mataderos, conductores de furgones, empleados de los establecimientos que venden suministros para el ganado, abono para los potreros, insecticidas, monturas, botas, machetes, etc. Es una cadena de empresas que dependen unas de otras, con miles de trabajadores.
Lo mismo podemos decir de la producción de café, azúcar y demás productos. Si se cierra esa fuente de trabajo millones de empleados quedarían desempleados; los que trabajan en las fincas, en los cortes y las zafras, y también los que laboran en diferentes actividades vinculadas, en tiendas, oficinas, en tantos negocios que cerrarían. ¿No preocupa que esas personas no puedan comprar la comida para sus hijos? ¿No preocupa que miles de mujeres que se ganan el pan de cada día en las zonas francas se vayan al desempleo? Los millones de desempleados, sin dinero, no podrían comprar muchas cosas y cerrarían desde grandes establecimientos hasta pequeñas pulperías. Se pararían las construcciones quedando sin trabajo millares de obreros, más los que trabajan en suministros para construcción.
Además, no ingresarían divisas para pagar importaciones. Muchos vendedores dejarían de vender y habría escasez de bienes que necesitamos, incluso medicinas. ¿Acaso no debería preocuparnos —aparte del inmenso desempleo— que los enfermos mueran por falta de medicinas? Morirían muchos niños, enfermos crónicos como diabéticos o cardíacos, o cualquier joven o adulto con alguna enfermedad, sin mencionar las muertes por desnutrición o por asaltos debido al aumento de la delincuencia.
No serían los empresarios ricos los más perjudicados. Ellos tendrán, probablemente, recursos para subsistir aquí o en otro país. Pero hay medianos y pequeños empresarios que sufrirían; los pequeños finqueros, los productores de hamacas, artesanos, dueños de pequeños negocios, mercaderas, los del comercio informal. Sumemos eso y tendremos millones de desempleados.
Todos los que vivimos aquí seríamos afectados, principalmente los pobres. No creo que con esas sanciones de excluir al país del libre comercio se lograría algún cambio político, solo se crearía una crisis humanitaria. ¿Acaso no debería preocuparnos a todos? Por mis principios cristianos, liberales y democráticos soy opositor, pero creo que Nicaragua ya sufre demasiado.
Analista Adolfo Miranda Sáenz. FOTO: Cortesía.
no necesitan nada de los gringos dice el dictador …. pero si su opinion es certera entonces por que ? la empresa privada es indiferente ante una mafia criminal que nos llevara a todos al abismo? parece ser que rusia les va a solucionar este problema…. o talvez china o iran o venezuela o el narco trafico…ortega\murillo no le importa nada de eso , asi que adelante , sigan con du dictador y sus nefastas consecuencias.
Sr Miranda y no son pobrecitos los cientos de miles de compatriotas que tienen que irse del país a causa del terror dela dictadura que a diario persigue al que expresa su opinión de rechazo al régimen dictatorialmente de esta pareja de asesinos ladrones corruptos con mentes atrofiadas y corazones llenos de odio contra el pueblo haga un articulo en cuanto a esos hermanos nicaragüenses lo material se recupera la vida y la libertad no la democracia vale más que un tratado de libre comercio,tienen que pagar por sus crímenes de lesa humanidad ellos y todos sus secuaces corruptos empezando por los que le han hecho leyes a su gusto y antojo pisoteando la constitución hablé de eso se Miranda olvídese del dinero la libertad es más valiosa para el ser humano no lo olvide
Tristemente es cierto pero ese es el gran problema de nosotros los nicaragüenses no aprovechamos el haber sacado a ese delincuente violador del poder en el 90 y lo dejamos seguir jode y Jode hasta que volvió al poder y si a eso le sumamos la traición de alemán para no caer preso pacto con el asesino dictador y empezó a controlar todas las instituciones del gobierno y si le sumamos el atajo de esbirros que tiene por todo el gobierno lo único que queda es apretarlo económicamente que lo parece que no le hacen daño pero si le afecta pues de allí recibe impuestos el gobierno
Muchos son los que quieren ver al FSLN hecho cenisas pero se van a joder Daniel se queda aunque no les guste