Desde que los huracanes Eta e Iota afectaron la Costa Caribe de Nicaragua el pasado mes de noviembre del 2020, los pobladores de distintas localidades de esa zona no tienen acceso a agua potable.
Limborth Bucardo, miembro del Movimiento Indígena PriLaka y del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) en el Caribe Norte de Nicaragua, denuncia que la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Enacal), no brinda una respuesta de reparación para los daños causados en el sistema de abastecimiento de agua.
“El huracán vino a afectar la situación, ya que el acceso al agua es carente, un gran porcentaje de las familias beben agua de pozos, por que inclusive las familias que tienen agua por tubería, no siempre llega el agua. A veces llegan pipas para que la población recoja agua de ello”, manifiesta Bucardo.
La escasez de agua fue causada principalmente por la contaminación de los pozos artesanales, especialmente debido a las inundaciones, señalaron en su momento los mismos pobladores. Los huracanes arrasaron con todo, sin embargo, los caribeños no pierden la esperanza de recuperar y reconstruir todo lo que perdieron.
Unas 98,000 familias (cerca de 500, 000 personas) quedaron sin acceso a agua potable producto del impacto del huracán Iota, informó la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), cuando el huracán Iota impactó en el territorio de la Costa Caribe Norte.
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