Los altos precios de los productos de la canasta básica y hortalizas, que tuvieron un repunte tras el paso de los huracanes Eta e Iota, y la situación de las familias nicaragüenses donde pocos están trabajando debido a que el resto está desempleado, son factores que deben incidir para que haya un ajuste al salario mínimo este año 2021, según el economista, Eduardo Solórzano.
Además de lo mencionado, el experto, también destacó los altos costos en la tarifa eléctrica en Nicaragua. Sin embargo, empresarios han manifestado que no hay condiciones para un ajuste. La mesa de la Comisión Nacional de Salario Mínimo se instalará la otra semana para evaluar, si habrá o no, una modificación en la paga mínima.
El experto consideró que el valor de poder de compra con los salarios debe ser ajustado a la realidad económica del país, donde la canasta básica supera los 14 mil córdobas. Pero, insto a realizar un buen análisis para evitar afectaciones en las empresas, que conlleve a su cierre.
“Que sea lo necesario para no perjudicar tampoco las posibles decisiones de cerrar, no por los salarios, sino por que tenemos un problema en el mercado internacional del COVID19. Las zonas francas dirigen su producción y por que también en Nicaragua misma han habido crisis que van llevando al país dificultades para los agentes económicos”, indicó Solórzano.
Indicadores a tomar en cuenta
Si bien es cierto, la Ley del Salario Mínimo establece que en la negociación se deben tomar en cuenta tres indicadores: el crecimiento económico, el comportamiento de la inflación y evolución de la canasta básica. Pero el economista consultado añade otros factores que a su juicio se deben tomar en cuenta.
Expresa que se deben conocer las condiciones de las empresas para que los propietarios no tomen decisiones de cierre o reducción de personal. Propone que se amplíe el techo salarial sobre el Impuesto sobre la Renta (IR) de 100 mil a 150 mil córdobas de ganancia anual.
“No es posible que los trabajadores de bajos ingresos paguen IR cuando pasan un promedio de 8,300 córdobas mensuales y que las grandes empresas estén exoneradas de todo tipo de pago de impuesto”, concluyó el también catedrático de políticas publicas.
Este 2021 sería el tercer año consecutivo que el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) decide no sentarse a negociar el ajuste salarial a la paga mínima. La última vez fue a inicios del 2018, antes de la insurrección cívica de abril.
En la mesa instalada por la titular del Ministerio del Trabajo, Alba Luz Briones, y participan el sector público, sindicatos y Gobierno.
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