No mostraron nervios. Las preguntas que le hacía la policía Orteguista a Pedro Pablo Dávila Hernández eran contestadas con seguridad. Junto a su cónyuge Fanny del Carmen Pérez, aceptó ser el responsable del asesinato de una menor de 4 años de edad en el municipio de La Dalia, departamento de Matagalpa.
Dávila Hernández de 21 años era tío paterno de la pequeña víctima. Su hermana Rosa Adilia Dávila Hernández se la había regalado, como si se tratase de un objeto.
“Mi hermana la andaba regalando por que no la quería andar”, aseguró el victimario.
El crimen ocurrió hace 10 días. La menor fue ultimada a escobazos por ambos acusados que la tuvieron en crianza por 4 meses, tiempo en que fue maltratada. La justificación que dieron en las declaraciones fue que la niña era malcriada.
Pobladores de Matagalpa consternados por horrendo crimen
De manera escalofriante confesaron que ese día -26 de septiembre- agredieron a la pequeña con una vara de café y un palo de escoba. Las magnitudes de los golpes propinados con tales artefactos provocaron que se desplomara y falleciera.
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“La niña cayó y yo la recogimos, la fuimos a acostar en la cama. Cuando la fuimos a ver la niña estaba fallecida”, contaron.
“El cuerpo examinado por médicos forenses del departamento de Matagalpa, dictaminó como causa de muerte: trauma cráneo encefálico severo, presentando además signos de violencia y agresión sexual de reciente data”, descartando así una muerte natural, indica el informe policial presentado este martes.
Femicida abusaba sexualmente de la niña con el consentimiento de su pareja
A Dávila Hernández le preguntaron si abusó de ella. De manera mecánica, sin mostrar nervios dijo que lo hizo en un par de ocasiones, la primera fue el sábado 19 de septiembre.
“Yo me levanté tratando de que ella no escuchara, ella estaba dormida y le toqué sus partes íntimas y la apreté, e introduje el dedo en la parte intima de ella. La segunda vez yo le quité su ropita e introduje mi parte intima en la de ella”, narró.
Por su parte. Su compañera de vida, Fanny Pérez, sabía que él abusaba de la menor.
“Al día siguiente yo me fijé que la niña tenía sangre en la cobija. Yo le preguntaba a la niña que le había pasado y ella se ponía a llorar. Luego el martes me dijo que era el papá que la había tocado”, manifestó Pérez.
Añadió que el día del crimen, la niña aún tenía “morada sus partes”. Ambos sujetos serán remitidos a la orden de un juez para llevar a cabo el proceso jurídico y determinar la condena.
La Red de Mujeres del Norte suscribió un comunicado emitido por otras organizaciones de esa región, entre ellas el Movimiento de Mujeres Líderes Lidia Espinoza, en el que alerta de un aumento de los femicidios, 61 hasta la fecha, según registros de Católicas por el Derecho a Decidir.
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