El Fondo Monetario Internacional (FMI) es rotundo al analizar la situación de Venezuela. Es la economía con el peor rendimiento del mundo, tanto en términos de producto interior bruto como de inflación. Y la situación no mejora, al contrario. El organismo financiero internacional proyecta ahora una contracción del 10% en el país latinoamericano. Es dos puntos porcentuales mayor de lo que dijo en abril. Para el año que viene mantiene una recesión del 4,5%.
Este ajuste a la baja en solo tres meses se explica por los problemas de suministro eléctrico que sufrió el país y que no hicieron más que intensificar la profunda crisis. “Las condiciones económicas de Venezuela continúan deteriorándose, con distorsiones de las políticas y desequilibrios fiscales que siguen sin resolverse”, señala Alejandro Werner, el economista a cargo de la región en el FMI. Se prevé que la inflación supere el 700% este año, por encima del 500% que venía diciendo.
Werner emplazó por eso al Gobierno que preside Nicolás Maduro a adoptar cambios que permitan estabilizar la situación y atender las necesidades crecientes de la población. El repunte en el precio del petróleo también podría contribuir positivamente. La proyección que hace ahora el organismo que dirige Christine Lagarde está más en línea con la del Banco Mundial, que en junio calculó una contracción del 10,1% para este año.
El FMI también revisó ligeramente a la baja las proyecciones para Argentina. La contracción este año será del 1,5%, frente al 1% que anticipó hace tres meses. Werner explica que “el consumo fue más débil de lo esperado” en el arranque del ejercicio y la inversión privada está llegando “con más retraso”. El ajuste que atraviesa la economía, admite, es importante. Pero señala que hay mucho margen para que se recupere y anticipa que la actividad empezará a recuperarse a final de 2016.
En este sentido, el organismo mantiene un crecimiento del 2,8% de la economía argentina en 2017. Eso le pondría casi a la par de Colombia, que crecerá un 3% el año próximo, y por encima de México, que lo hará un 2,6%. Perú será el país con las mayores tasas de crecimiento de la región, con un 3,7% en 2016 y un 4,1% en 2017. Brasil se contraerá un 3,3% este año y rebotará para crecer un 0,5% el próximo.
El FMI ya anticipó en la víspera que el conjunto de la región sufrirá una contracción del 0,4% en 2016 y un crecimiento del 1,6% en 2017. Este ajuste se explica por la recuperación del mercado de las materias primas y la energía. “Las condiciones tanto externas como internas han mejorado”, declaró Werner, “pero las perspectivas son todavía inciertas”. El economista asegura que el impacto de la salida de Reino Unido de la Unión Europea será “limitado” en el continente.
Fuente: El País
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