Una veintena de ex jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica urgió a las organizaciones multilaterales y los Estados de la región a adoptar “medidas de emergencia” ante la “falta de transparencia” del manejo de la pandemia de COVID-19 en Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Los exgobernantes, reunidos en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), expresaron su “alarma por la ausencia de información transparente que afecta de modo particular a las poblaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que incrementa aceleradamente el riesgo de pérdida de vidas”.
En una declaración firmada, los exgobernantes hicieron un llamado a la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a intervenir para que resolver el asunto.
Las instaron a “asumir la responsabilidad que les compete junto a sus Estados miembros en esta hora difícil y adoptar las medidas de emergencia y coordinación”.
Temen por “las condiciones deplorables en las que se encuentran los establecimientos sanitarios en dichos países o los problemas de acceso”.
De igual forma lamentaron “la abierta manipulación de la data sobre los enfermos, la ausencia por lo anterior de pruebas masivas y efectivas (de COVID-19) que determinen los alcances del virus”.
Los exgobernantes, entre ellos Enrique Bolaños (Nicaragua), se solidarizaron con el llamado urgente hecho por unos 600 profesionales de la salud nicaragüenses ante las dramáticas condiciones que enfrentan para realizar su labor.
Por otro lado, afirmaron que la población de Venezuela “carece de lo más elemental para subsistir con un mínimo de dignidad” y sus ciudadanos están sumidos “en una explosión de violencia indiscriminada e incontrolable por parte de sus autoridades”.
En el caso de Cuba, urgieron a ofrecerle a su población lo necesario para protegerse del COVID-19 “mientras avanza la exportación de sus médicos a otros países”.
De igual forma, mostraron preocupación por la falta de contención de la pandemia en otras naciones, sin nombrar cuáles, que implica “un riesgo real para sus vecinos respectivos y todo el continente”.
El continente americano es ahora la región más afectada por el coronavirus, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha confirmado más de 4,3 millones de casos de COVID-19 en todo el planeta, mientras que los fallecidos ascienden a al menos 295.000, expresan los exmandatarios.
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