En medio de la pandemia del Coronavirus la Iglesia en Nicaragua se ha urgido en ser sierva y servidora de los necesitados, explicó Monseñor Rolando Alvarez.
“La Iglesia se ha sentido urgida por su naturaleza de ser el cuerpo de Cristo, de lavarle los pies a los demás, de ser humilde y de ser valiente y de aceptar el rechazo de quienes no entienden el Evangelio o de quienes no quieren entenderlo”, explicó el obispo.
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