En su afán por aparentar normalidad en el país, el régimen de Daniel Ortega presionó al Ministerio de Educación para que la asistencia de alumnos a los colegios vuelva normalmente.
El viernes en los llamados “Encuentros Pedagógicos de Interaprendizaje (EPI)”, las autoridades educativas orientaron a los docentes ir casa a casa y convencer a los padres de familia para que envíen a sus hijos a clases.
Algunos maestros y directores consultados por Radio Corporación calificaron esta medida como “irresponsable”, pues pone en riesgo la vida principalmente de los niños, en medio de una pandemia.
Desde la semana pasada el Mined ha obligado a los colegios públicos y escuelas comunitarias permanecer abiertas. La afluencia de alumnos en muchos de los casos ha sido mínima. Prueba de ello son las fotografias que envían los directores a los responsables de educación.
Tras conocerse el primer caso confirmado de Covid-19 en Nicaragua, la mayoría de padres de familia decidieron resguardar a sus hijos en sus viviendas. Los colegios privados y parroquiales tomaron las clases a distancia para evitar
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