Bajo el lema “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, unas 80.000 mujeres vestidas de morado tomaron el domingo las calles de la Ciudad de México para exigir el fin de la violencia de género y los feminicidios.
Según las estadísticas, nueve mujeres son asesinadas diariamente en México.
Mujeres de todas las edades se manifestaron en el Día Internacional de la Mujer portado fotografías de sus muertas y desparecidas, y pancartas con mensajes como ‘Vivas nos queremos’, ‘dueñas de nuestros cuerpos, dueñas de nuestras vidas’ y ‘México feminicida’.
“Me parece un momento histórico que las mujeres tomen y puedan tomar las calles”, dijo una manifestante. “Estamos caminando juntas, gritando juntas, acompañándonos las que estamos vivas y exigiendo justicia para las que no están aquí”.
Las manifestantes tiñeron de rojo el agua de la fuente de la diosa romana Diana en la capital mexicana y la fuente de la diosa de la sabiduría, Minerva, en Guadalajara.
“La justicia es para todas”, declaró otra participante.
Aunque la mayoría marcó de manera pacífica, grupos de mujeres encapuchadas, vestidas de negro, vandalizaron comercios, monumentos históricos e incluso lanzaron cuatro bombas Molotov hacia Palacio Nacional.
Las autoridades informaron que estas personas utilizaron pistolas de agua con gasolina y artefactos explosivos caseros para prender fuego en diferentes partes del recorrido, incluida la puerta Mariana de Palacio Nacional.
Hubo seis personas detenidas por agredir a las manifestantes, 52 atendidas por lesiones menores y 13 trasladadas a hospitales. Una fotógrafa sufrió quemaduras de primer grado.
Al término de la jornada en el Zócalo, las mujeres hicieron una fogata, quemaron pancartas y mantas y bailaron alrededor del fuego cantando las estrofas de “Un violador en tu camino”.
Datos del gobierno revelan que 3.825 mujeres murieron de forma violenta el año pasado en México, 7% más que en 2018. Miles más han desaparecido sin dejar rastro en los últimos años.
Los feminicidios en México a menudo están acompañados de violencia sexual y mucha brutalidad. Algunas mujeres son quemadas y otras mutiladas.
Las autoridades parecen incapaces de evitar o investigar apropiadamente los crímenes, y muy pocos de ellos resultan en una condena.
VOZ DE AMÉRICA
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