Las iglesias católicas en el sur de la Florida tendrán que suspender una serie de rituales en sus misas que implican el contacto directo entre los feligreses, como estrecharse las manos o besarse, tras una directriz del arzobispo de Miami, monseñor Thomas Wenski, para “ayudar a prevenir la propagación del coronavirus”.
Las nuevas pautas adoptadas por la Arquidiócesis local tuvieron como motivación los dos casos confirmados de esa enfermedad en Florida, lo que a su vez derivó en que el gobernador Ron DeSantis decretara la emergencia sanitaria en el Estado del Sol.
Las medidas anunciadas este lunes por monseñor Wenski son las siguientes:
- Suspensión temporal de los cálices menores (vasos dorados) que se utilizan para la distribución del vino que evoca a la “preciosa sangre” de Jesucristo.
- Suspensión temporal de la señal de la paz que generalmente incluye besos o apretones de manos.
- No tomarse de las manos durante la recitación o canto del Padre Nuestro.
- Suspensión temporal del saludo antes de la misa, si la parroquia tiene esa práctica.
- Vaciar las fuentes de “agua bendita” en las puertas de las iglesias.
- Uso de jabón antibacteriano por parte de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión antes y después de la distribución de la hostia.
- Recordar a los feligreses que si se sienten mal o tienen síntomas similares a los de la gripe es mejor quedarse en casa.
- El [sacerdote] celebrante debe usar su discreción si se da la mano mientras saluda a los feligreses antes o después de la misa.
La Arquidiócesis de Miami también informó que “como la distribución de la Sagrada Comunión implica el contacto con la boca y las manos, cualquier ministro extraordinario que se sienta incómodo distribuyendo la comunión debería dejar temporalmente el ministerio”.
Además, dijo, que “si las circunstancias cambian en los próximos días o semanas” se adoptarán “nuevas medidas”.
DIARIO LAS AMÉRICAS
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